CIUDAD DE MÉXICO 29 DE OCTUBRE DE 2017 (La Silla Rota).- La Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México (Propaem) clausuró en Tlaminca, Municipio de Texcoco, un tiradero de lodos tóxicos provenientes de las obras de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).
Sin embargo, no es el único terreno que se usa de tiradero toxico de los residuos del aeropuerto, pues, de acuerdo con Reforma, existen por lo menos dos más, muy cerca del clausurado y a simple vista, pero no han sido cerrados.
Hace medio año la Universidad de Chapingo alertó sobre estas prácticas realizada por la empresa Urbanums, donde el lodo es contaminado con cloro, boro y sosa cáustica.
Desde el primer día que se comenzó a usar de tiradero, vecinos de la zona se han opuesto a las labores de dicha empresa.
El vertedero de lodo tóxico fue permite pese a que el terreno está ubicado en medio de la reserva ecológica del Parque Nacional Molino de flores, al pie del antiguo jardín botánico Nezahualcóyotl, declarado también Zona Arqueológica por el Instituto Nacional de Antropoligía e Historia (INAH).
Vecinos entrevistados por Reforma informaron que los tiraderos son clandestinos y la versión se refuerza luego de que en agosto el alcalde de Texcoco, Higinio Martínez, aseguró que no existen los permisos.
Para el diputado Rafael Hernández Soriano, presidente de la Comisión de la cámara baja que da seguimiento a la construcción del nuevo aeropuerto, los tiraderos en Texcoco son producto de la complicidad entre las autoridades federales, estatales y municipales.
El legislador perredista aseguró que del antiguo Lago de Texcoco, donde se construye el NAICM se extraerán 10 millones de metros cúbicos de lodo, los cuales serán vertidos en diez tiraderos mexiquenses, esto sin contar los clandestinos.