TIJUANA BC 1 DE FEBRERO DE 2023 (AFN).- Pese a que realiza actividades ajenas al pretendido periodismo que hace, Víctor Lagunas Peñaloza recibe protección especial policíaca durante las 24 horas, por parte de los gobiernos del Estado y municipal de Tijuana, bajo el argumento de que "su vida está en riesgo".
Esto no obstante que procede de una familia con altos recursos económicos por los negocios que manejan, al margen de que también percibe de manera combinada entre los dos gobiernos señalados, más de 10 millones de pesos en "publicidad oficial".
Reporteros de Baja California han manifestado su malestar por esta situación, debido a que se están utilizando recursos públicos para brindarle seguridad, ya que las autoridades temen (han dicho) que le llegue a suceder "algo" por las actividades que realiza, sin embargo, insisten en que eso no sería consecuencia de su labor periodística.
De hecho, les preocupa la posibilidad de que se llegase a generar un "auto atentado".
Algunas Fuentes consultadas afirman que los millonarios contratos realizados son en parte por el temor que estas autoridades le tienen por sus "campañas negras" y por el temor -también- de ser desprestigiados por historias inventadas y sin fundamento.
Sus "campañas negras" las maneja en cuentas de redes, que opera tanto de manera abierta como encubierta y a través de otros colaboradores suyos que sirven como "repetidores", como en el caso del locutor y operador de contenidos, Jousin Palafox, quien publica material denostativo que le provee el apodado "tigrito", al igual que otro medio, basado en San Diego.
Bajo el argumento -ya referido- de riesgo de su vida, Lagunas Peñaloza recurrió al Mecanismo de Protección a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos para que se le otorgara protección policiaca durante el día, logrando obtenerla.
Para esto firmó un acuerdo con representantes de ese mecanismo, según se reveló, pero incurrió en más de 70 irregularidades señaladas claramente dentro del acuerdo, como es -entre otras- no andar de parranda en antros ni en otros lugares que pudiesen poner en riesgo su vida, y la de sus protectores.
Su caso fue revisado y se pretendió retirarle la vigilancia en virtud del peligro en que también pone a los elementos policiacos, además del incumplimiento ya referido, pero por apoyos dentro del Gobierno del Estado se le sostuvo y no sólo eso sino que los agentes de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana ya lo cuidaban en tres turnos, debido a la continuada vida nocturna que ha llevado, bajo el pretexto de buscar recursos para continuar con sus actividades periodísticas.
En últimas fechas -se afirma- traía seguridad por parte de la Fiscalía del Estado.
Al tigrito se le veía continuamente en diversos antros, con personas como su sobrino Adrián Aguirre Lagunas, exdirector del departamento jurídico del ayuntamiento (al que él impulsó para que obtuviera ese nombramiento) lo mismo que al ahora occiso Tomás Campos "El Tommy", por el que presionó para que lo pusieran en la Secretaría del Trabajo, aunque el titular Alejandro Arregui negó conocerlo y que hubiera entrado propuesto por alguien en especial.
Todos ellos (junto con otro hombre no identificado que aparece en una fotografía publicada ayer) tienen un negocio que se dedica a la promoción de artistas de "corridos tumbados".
Para esto se reunían frecuentemente en diferentes antros y de ahí salían acompañados para ir a otros sitios, en los que los agentes tenían que mantenerse de guardia hasta que se retiraran, según la información obtenida.
Como consecuencia de esto y con el respaldo de los integrantes de ese Mecanismo, se afirma que se le quitó la seguridad que le proporcionaban, pero sin que se conozca hasta ahora el motivo, al mencionado se le puso seguridad directa por parte del Gobierno del Estado a través de la fiscalía estatal y también ha traído elementos del gobierno municipal.
En esa confianza con los agentes y como promotor de espectáculos, solicitó el apoyo para resguardar durante su visita a Tijuana al grupo Arriesgado y a su vocalista Arturo González, sin que se supiera la razón de esto.
Pero no faltó mucho tiempo para que surgiera la razón, ya que en una firma de autógrafos del vocalista en una plaza de la zona Este de Tijuana, individuos que no fueron capturados, dispararon en el área donde se encontraba el cantante, sin lesionarlo, ni herir tampoco a ninguna otra persona.
Después de ese hecho, trascendió que en el lugar estaba el entonces sub jefe de homicidios José Alberto Martínez Manríquez, quien al parecer, fue el único que aceptó trasladarse a servir de escolta del cantante, (según se dijo posteriormente), por parte de las autoridades estatales, lo que habría hecho sin informarles, y tras revelar que lo hizo como favor a amistades que así se lo solicitaron.
Este agente fue atacado a tiros, semanas después y terminó falleciendo, ya que no pudo superar las consecuencias de la agresión.