Por Dianeth Pérez Arreola
MEXICALI BC 10 DE JUNIO DE 2023 (AFN).- Fue proyectada en la Plaza de los Tres Poderes, en Mexicali, el documental “Somos desechables”, de Roberto Ortiz, en el que narra la odisea de quienes participaron en la Cuarta Jornada Internacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, realizada del 17 al 19 de abril pasado en la capital del Estado.
La noche del domingo 16 de abril, en pleno arribo de las comitivas de búsqueda, procedentes de otras entidades y del extranjero, el tema de los desaparecidos en Mexicali se encontraba en un punto crítico; esa noche, una manifestación pacífica frente al bar “Shots” -lugar donde se perdió el rastro de tres jóvenes en una misma noche- derivó en actos de vandalismo con la destrucción de mobiliario, cristales rotos y un connato de incendio en el citado bar.
Ese mismo fin de semana, diversas fuentes ubicaron a la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda en el festival musical de Coachella, mientras un integrante de su equipo de redes sociales, tuvo el mal tino de publicar una fotografía del atardecer cachanilla, recordando a mucho la frase “Hoy fue un día soleado” atribuida a Jacobo Zabludovsky, tras la matanza de estudiantes el 2 de octubre de 1968.
Integrantes del colectivo de búsqueda Madres Unidas y Fuertes, protagonistas del documental, tras acudir a dicha manifestación, se retiraron al recinto ferial FEX para recibir a los participantes de las jornadas de búsqueda. Al llegar los autobuses, refirieron que ellos tuvieron que pagar las casetas de peaje, además de que los autobuses que los transportaron no tenían refrigeración en la parte delantera, y muchos otros integrantes extranjeros se quedaron con las ganas de participar, pero no lo consiguieron al no ser la autoridad estatal lo suficientemente ágil y efectiva en la tramitación de visas humanitarias.
Por su parte, la alcaldesa Norma Bustamante había anunciado previamente que su administración ofreció las instalaciones del FEX, donde dijo, se cuenta con regaderas, comedor, dormitorio y espacio para actividades lúdicas.
Sin embargo, en el documental sólo se ven unas colchonetas en el piso, y en otra escena integrantes del colectivo mexicalense exigen a una funcionaria de la Secretaría General de Gobierno, que acudan a fumigar inmediatamente el lugar; una mujer dijo a la funcionaria que al mover su colchoneta salieron cucarachas, advirtiendo que en esas condicione son podían dormir.
“¿Cuántas facturas mensuales de Oveishon -empresa contratada por Norma Bustamante para trabajos de imagen pública- hubieran podido cubrir tres noches de hotel para los participantes de la cuarta jornada internacional en Mexicali? 330 mil 600 pesos mensuales contra 7 mil 500 pesos por tres noches de hotel, por 40 habitaciones dobles, igual a 300 mil pesos”, cuestiona el documental.
“¿Cuántas mañaneras de Marina del Pilar hubieran cubierto ese gasto? 16 millones 200 mil pesos por 36 mañaneras -450 mil pesos precio unitario, incluida una mampara personalizada con lugar y fecha cada edición-, acaso el gasto más superfluo e inútil en un partido que se dice obediente de la austeridad republicana”, continúa.
Soraya Ana, integrante de Madres Unidas y Fuertes, le reclama -en otra escena- también a la funcionaria estatal, señalando que tuvieron que mover la comida de lugar, debido a las ratas que había en ese momento en las instalaciones del FEX, un lugar al que no se le invirtió recurso alguno para su preparación y adecuación en prepararlo y adecuarlo para servir de alojamiento, y donde las condiciones en las que fue utilizado como centro de vacunación contra el COVID, no debieron ser muy diferentes.
Siguiendo con el tema de los alimentos, el Gobierno del estado, a través de la Secretaría General de Gobierno, anunció previamente que se haría cargo de ello. En el documental, integrantes de los colectivos de búsqueda manifestaron que les limitaron el consumo de tortillas a dos piezas, mientras dejaron que se desperdiciaran seis kilos de ese producto. Además, las raciones dejaron a muchos con hambre, y en esas condiciones de mala alimentación, fueron a buscar, en largas jornadas, a sus seres queridos en zonas desérticas.
Previo a la presentación del documental, se proyectó un cortometraje con la historia de Martha Rochín, quien narra lo que ha sido la búsqueda de su hijo, Alfonso Burgueño Rochín, a quien vio por última vez el 31 de julio del 2017.
La mujer relató que pensó en dejar de vivir al no poder con tanto dolor a cuestas, y pese a ello, nadie le informó de la existencia de colectivos de búsqueda de personas, donde además, dijo, se puede encontrar apoyo y consuelo entre personas que atraviesan por la misma situación; también expuso que las autoridades no le informaron de su derecho a tener una copia del expediente de investigación por la desaparición de su hijo.
Una vez concluida la proyección, los asistentes corearon consignas: “¿Por qué los buscamos? ¡Porque los amamos! ¡De norte a sur, de este a oeste, seguiremos en la lucha cueste lo que cueste!”. También, al tomar la palabra para dirigir un mensaje, refirieron que en Baja California suman más de 14 mil personas desaparecidas, a los que se suman más de 11 mil cuerpos sin identificar, sepultados en fosas comunes, destacando la poca voluntad y capacidad técnica de la autoridad para identificarlos.
Horas antes de la proyección, integrantes del Comité Ciudadano de Seguridad Pública, así como del citado colectivo, entregaron al gobierno municipal, al Congreso local y al Poder Ejecutivo, un pliego petitorio para promover la Ley de Desaparición Forzada por Particulares, elaborado con apoyo de especialistas, víctimas, abogados y académicos, y en el que se hace especial énfasis en la prevención.
Entre lágrimas, una hermana de David Melesio, un joven desaparecido el pasado mes de abril en el bar “Shots”, cuestionó a la fiscalía estatal refirieron que ésta no indaga en el caso, y no le informa más de la situación del presunto mesero que habría participado en la desaparición.
También, Irma Leyva, representante de Madres Unidas y Fuertes, resumió en su mensaje la rabia e impotencia de quienes buscan a sus desaparecidos, el poco apoyo del gobierno, las palabras vacías y las promesas incumplidas.
Al final, los integrantes del colectivo se abrazaron en silencio. Las madres buscadoras lloran y se dan ánimos entre ellas mismas. Su determinación, a prueba de todo, las tiene planeando la siguiente jornada de búsqueda. La que quizá sea la definitiva, dicen, para tener por fin la respuesta a la pregunta con la que despiertan todos los días.