Un viejo conocido

Por: Abel Muñoz Pedraza

 

En un ambiente que cada vez está más plagado de precampañas políticas rumbo a la elección presidencial de 2012, el cual se caracteriza por negociaciones entre grupos, destapes de precandidatos, alianzas partidistas y rompimientos al interior de los partidos, traduciéndose esto último en reacomodos y realineamientos en función de una figura, podemos ir observando cómo se van acomodando en sus carriles los competidores que aspiran alcanzar el pódium presidencial. En esta ocasión, Cuauhtémoc Cárdenas fue el que dio la nota y atrajo a los reflectores nacionales al ser considerado como un posible candidato a la presidencia de la república por cuarta ocasión.

 

En una nota publicada por El Universal el pasado 31 de agosto, se detalla la intención de los integrantes de la corriente perredista Alternativa Democrática Nacional (ADN) de impulsar la precandidatura presidencial del ingeniero para que éste participe en el proceso de selección interna que busca elegir a un candidato, por el método de una encuesta, -en donde aún no se define si será abierta a la población o solamente a los militantes del partido- para representar al PRD, buscando así la unidad al interior del partido y, posteriormente, una candidatura común que agruparía a los partidos de izquierda del país en torno al frente político nacional “Diálogo para la Reconstrucción de México” (DIA), coordinado por Manuel Camacho Solís.

 

Ante el pronunciamiento de la ADN a favor de abrir el proceso de selección a un tercer candidato, Cárdenas respondió a los cuestionamientos que le hacían los reporteros sobre el tema en un evento realizado el 7 de septiembre en la ciudad de Morelia, Michoacán. El ingeniero no dejó ver una postura clara ante esta posibilidad, ya que él mismo reconoció que no existe un planteamiento personal para buscar la candidatura, sin embargo tampoco se descarta y deja esa decisión a lo que el futuro le devenga, agregando que “quienes están en política nunca dicen que no cuando se les presenta una oportunidad para impulsar el proyecto en el que creen y con el que tienen compromiso.”

 

Sin duda alguna, esta serie de acontecimientos llaman la atención, ya que actualmente se vislumbra, dentro del PRD, un escenario con dos precandidatos para buscar la candidatura y competir por la presidencia. Marcelo Ebrard, actual jefe de gobierno del Distrito Federal, y Andrés Manuel López Obrador, dirigente del Movimiento de Reconstrucción Nacional (MORENA), hacen que el pensar en una tercera alternativa dentro del perredismo sea una cosa ilusa.

 

Tanto Marcelo Ebrard, como Andrés Manuel López Obrador, se han mantenido políticamente activos tras la elección presidencial de 2006. El primero fungiendo como jefe de gobierno de la capital del país y presidiendo actualmente la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), y el segundo encabezando la protesta postelectoral de 2006 que culminó con la conformación del gobierno “legítimo”, y actualmente encabezando al MORENA.

 

En cambio, Cuauhtémoc Cárdenas ha pasado desapercibido durante ese mismo periodo. Recordemos que declinó en su búsqueda de la candidatura presidencial de su partido en 2005 ante las marcadas preferencias que había al interior del PRD a favor de AMLO. Fue muy cuestionado por no involucrase de lleno en la campaña de López Obrador en 2006, y por no hacer pronunciamientos públicos a favor del candidato. Ocupó la coordinación de los festejos del bicentenario de la independencia y el centenario de la revolución mexicana. También ha estado presente en varios eventos públicos y escribió un libro autobiográfico en 2010 titulado “Sobre mis pasos.” 

 

Las más reciente encuesta de GEA-ISA (con fecha de levantamiento del 25 al 28 de agosto de 2011), aplicada a simpatizantes del PRD, PT y Movimiento Ciudadano (antes Convergencia), señala una ventaja de 19 puntos porcentuales de Marcelo Ebrard frente a Andrés Manuel López Obrador (53% frente a un 34%, respectivamente, con 13% de indefinidos). En cambio, las preferencias de la población hacia estos dos precandidatos para representar al abanderado de la izquierda muestran una reducción en el margen de 19 puntos que tiene Ebrard sobre López Obrador (39% frente a un 27%, respectivamente, con 34% de indefinidos), lo cual hace suponer que no hay espacio para que Cuauhtémoc Cárdenas compita.

 

Tras la controvertida elección de 1988, este viejo conocido construyó un partido que vivió una represión sistemática en tiempos del salinismo, bridándole una relativa estabilidad como institución política, derivada de errores y aciertos durante su gestión como presidente del PRD, y logrando triunfos importantes en elecciones locales y federales para el Congreso. La simple presencia del “líder moral” del PRD, expuesta en los medios de comunicación y al interior del partido, puede inclinar la balanza hacia uno de los precandidatos que buscan representar a la izquierda en la elección presidencial de 2012, en una contienda interna en la que se prevé un panorama complejo y competido.     

 

Abel Muñoz Pedraza es estudiante de la maestría en Estudios Sociales con línea en Procesos Políticos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en la Ciudad de México. Es egresado de la licenciatura en Relaciones Internacionales de la Facultad de Economía y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), campus Tijuana. Correo electrónico: [email protected]

 

Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad del autor.