TIJUANA, BC 6 DE SEPTIEMBBRE DE 2011.-
El Alcalde incómodo.
Por: Gilberto LAVENANT
El proceso de renovación de dirigencias priístas municipales, en la entidad, aún no concluye, en tanto que ha trascendido, que además del fallido boicot, mediante el que se pretendía evitar que la diputada Rosana Soto asumiera el cargo de Presidente del CDM de Tijuana, y el regidor Rubén Salazar Limón, la Secretaria General, la fracción Bustamante-Hank, patrocinadora de la candidatura del diputado David Lozano, acudió a la Comisión de Justicia Partidaria del CEN del PRI, para impugnar el proceso.
El asunto, estaba casi resuelto, luego de que fueron convocados al Distrito Federal y ante la Secretaria General del CEN del PRI, Cristina Díaz, las fracciones en pugna se comprometieron a acatar la resolución que emitiera la Comisión de Justicia Partidaria del PRI estatal. Pero obviamente los políticos no tienen palabra de honor.
Con el Alcalde mexicalense, Francisco Pérez Tejada Padilla, no hubo mayor problema. Se aguantó las ganas de controlar al partido y se sometió a la resolución partidista, que fue negativa para su “gallo” y aceptó como válido el que el diputado Juan Montejano, asumiera la dirigencia municipal priísta en la capital del Estado.
No pasó lo mismo con el Alcalde Tijuanense, Carlos Bustamante Anchondo. Su fracción, no solamente intentó boicotear la toma de posesión de Rosana, sino que además, dicen, acudió a la Comisión de Justicia Partidaria del CEN del PRI, a impugnar la resolución estatal, insistiendo en que se resolviera a favor de su candidato.
Los cinco alcaldes de Baja California, son priístas. Con cuatro de ellos, los de Tecate, Playas de Rosarito, Ensenada y Mexicali, se lograron acuerdos y conciliación. Los problemas los afrontan con el de Tijuana, Bustamante Anchondo, quien se niega a conciliar con la fracción que liderea el Senador Fernando Castro Trenti.
Ayer lunes, mediante desplegado a doble plana, en el periódico El Mexicano, la fracción priísta castrotrentista, no solamente define su postura al respecto, sino que además muestra, con qué recursos humanos cuenta. En la lista, aparecen los dirigentes de organizaciones obreras, campesinas, populares, además de las representativas de los sectores femenil, juvenil y otras especiales como la Fundación Colosio, diputados locales, coordinadores de regidores en los cabildos y dirigentes municipales partidistas. Luego, los nombres de consejeros políticos nacionales, estatales y municipales, con residencia en Tijuana, como para acreditar que no se trata de un grupito el que apoya a Rosana Soto. En la lista, no aparecen, obviamente, ni hankistas, ni bustamantistas.
El texto, destinado a dirigentes nacionales y locales priístas, tiene por objeto hacer constar, ante la Comisión de Justicia Partidaria del CEN del PRI, encargada de resolver la impugnación del rival de Rosana, David Lozano, que las cosas se hicieron conforme a derecho y que la mayoría de los priístas de la entidad están a favor de Soto Agüero.
En la redacción, aunque sencilla, le piden a la Comisión de Justicia, que “…tome nota del reconocimiento y apoyo que aquí manifestamos todas las fuerzas políticas que conforman nuestro partido en el estado” y de paso, observan que “…La vida política de un país, no se concibe al margen de la democracia, la ética y legalidad”. Si a alguien le quedó el saco, los hankistas, por ejemplo, que se lo pongan.
Reconocen que en todo proceso de renovación, de orden partidario o de elección popular, se despiertan emociones y pasiones, tanto en sus militantes, activistas y simpatizantes, pero advierten que “…nunca se debe perder la orientación debida, y el respeto al estado de derecho , a la legalidad y tolerancia política que nos merecen los compañeros de un partido y la ciudadanía en general”.
Aunque no se menciona el nombre del Alcalde de Tijuana, se reconoce a los Alcaldes de Mexicali, Playas de Rosarito, Tecate y Ensenada “…por haber participado en la construcción de acuerdos para la renovación de los comités municipales a favor de la unidad de los priístas, hablando así del alto sentido de responsabilidad política en aras de la unidad partidista”.
Y de nueva cuenta el pregón que se convertirá en la línea de acción, frente al Alcalde de Tijuana : “...Los que formamos parte del nuevo PRI, sabemos que el gobierno interno de nuestro partido se rige mediante el consenso, dejando atrás las anacrónicas figuras de los jefes políticos, en aras de la modernidad democrática”.
Los observadores políticos, consideran difícil la posición del Alcalde de Tijuana. Incómodo ante los propios priístas, se advierte con claridad que debe prepararse para los reclamos que habrán de plantearle, los dirigentes y miembros de su propio partido. Sobre todo, sin recursos para dar las respuestas requeridas.
Difícil será también, cuando se trate de analizar, discutir y aprobar el proyecto de ley de ingresos y presupuesto de egresos para el 2012. Muchos políticos opinan que no les gustaría estar en los zapatos de Bustamante. Incluso, se advierte, que seguir por el camino de la necedad, como hasta ahora, quizás ni siquiera alcance a concluir su gestión, en el período para el cual fue electo.
Lo lamentable, es que aunque este asunto en principio es de interés de los propios priístas, también atañe a la ciudadanía en general, cuando las discordias y desaveniencias, entre los priístas, no permitan acuerdos para aliviar la problemática que enfrentan los tijuanenses.
Pronto se podrá comprobar lo que representa el ser considerado como “el alcalde incómodo”. El bullicio del triunfo electoral del 2010, puede transformarse en abucheos y reclamos a granel. Irónicamente, el “Caso Bustamante”, servirá de ejemplo para mostrar los rasgos del nuevo PRI.