Palco de Prensa
Por : Gilberto LAVENANT
Hasta no hace mucho tiempo, los habitantes de zonas marginadas de alguna entidad, como lo es el caso de Baja California, consideraban la creación de nuevos municipios, la fórmula ideal para solucionar sus problemas.
Se pensaba que contar con sus propios gobiernos locales, el aplicar en sus territorios los recursos recaudados vía impuesto, les permitiría mejorar sus condiciones de vida. Sobre todo en aquellos casos en los que los gobiernos municipales de los que dependía la prestación de los servicios básicos, no les daba la atención requerida.
Baja California nace como Estado, con solamente cuatro municipios. Muy pocos, comparados con estados como el de Oaxaca que tiene 570 municipios. En 1995 se crea el quinto municipio, que es el de Playas de Rosarito, según decreto de la XIV Legislatura Estatal, publicado en el Periódico oficial del Estado, el 31 de Julio de 1995.
Los habitantes del poblado de Rosarito, que durante años fueron simplemente una delegación municipal de Tijuana, ubicada al sur del municipio, realizaron enormes esfuerzos para alcanzar la categoría de municipio, con gobierno propio.
A 17 años de su creación, el gobierno municipal de Playas de Rosarito afronta serios problemas financieros y sus habitantes no logran la mejoría que anhelaban. Quizás no sea justificación, pero cabe observar que los problemas financieros también los afrontan los otros cuatro municipios, al grado de que no tienen recursos ni para pagar la nómina y aguinaldo de sus trabajadores en este fin de año.
Bueno, habría que agregar, que en días pasados, la Federación Nacional de Municipios de México, dió a conocer que de los 2 mil 445 municipios que existen en el país, más de mil 500 están al borde de la quiebra. Es más, el viernes 26 de octubre del año en curso, los alcaldes de Puerto Vallarta, Jalisco y Acapulco, Guerrero, se declararon en quiebra, luego de revelar que sus deudas ascienden a 3 mil millones de pesos y a mil 700 millones, respectivamente.
A fines de septiembre, según un informe de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la deuda municipal en el país asciende a 44 mil 859 millones de pesos, hasta junio del 2012. El municipio más endeudado, es el de Guadalajara, Jalisco, con un monto de 2 mil 680 millones de pesos, seguido en segundo lugar por el de Tijuana, con 2 mil 539 millones de pesos.
No obstante ésta problemática financiera, que también abarca a los gobiernos estatales, en Baja California, la Legislatrua Estatal, está dando cauce a las inquietudes de los residentes del sur de Ensenada, para convertir en municipio la zona de San Quintín. Se pretende que sea el sexto municipio. Luego le seguiría San Felipe y otros poblados del Valle de Mexicali.
Para tal efecto, el domingo 28 de octubre, se llevó a cabo un plebiscito, operado por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, con un costo aproximado de 6 millones de pesos. Teniendo como base un padrón electoral de 332 mil 597 electores, se advirtió que para que fuese vinculatorio, o sea para que sirviera de base para crear el sexto municipio, debería votar cuando menos el 10%, o sea unos 33 mil 259 personas.
Para ello se instalaron 121 casillas, atendidas por 484 funcionarios. El caso es que al hacer cuentas, solamente votaron 25 mil 351 electores, menos del 10% del total, de los cuales 17 mil 580 votaron a favor de la creación del municipio y 7 mil 548 en contra.
Al no haberse logrado cuando menos el 10% de electores a favor, del total del padrón, muchos consideraron que el plebiscito había sido un fracaso.
El día de ayer, evidentemente molesta, la diputada Nancy Sánchez, Presidente de la Comisión Especial de Seguimiento a la Solicitud de Municipalización de San Quintín, de la Legislatura Estatal, citó a conferencia de prensa para defender los trabajos al respecto, señalando que es tendencioso el que se le califique como un fracaso.
Incluso observó que el porcentaje del 10% del padrón electoral, sólo es exigible en los actos del Ejecutivo Estatal, pero que no es aplicable a los del legislativo. Que en los próximos días la Comisión a su cargo emitirá el resultado oficial, el cual será sometido a votación del pleno. En pocas palabras, prácticamente advirtió que, les guste o no les guste, San Quintín será municipio.
Es importante precisar que la municipalización, no es, de ninguna manera, la fórmula para resolver la marginación y problemática socioeconómica del valle de San Quintín. En todo caso, antes de pensar en la creación de un nuevo municipio, determinar si es factible y autofinanciable su operación.
San Quintín, es parte del municipio de Ensenada, el más grande en el país, y el que más serios problemas financieros afronta. Quitarle una parte de su territorio, podría parecer un alivio para los porteños, pero seguramente sería contraproducente para los pobladores del nuevo municipio. El ejemplo de Playas de Rosarito, es más que elocuente.
Antes que pensar en la creación de nuevos municipios en Baja California, la legislatura estatal debería enfocarse a analizar la crisis financiera de los cinco existentes, Tijuana, Mexicali, Ensenada, Tecate y Playas de Rosarito.
La creación de nuevos municipios, sólo amplia la estructura burocrática y política. Nuevas posiciones en disputa. Mejor sería presionar o inducir, además de apoyar, a los ayuntamientos de los municipios donde hay reclamos de desatención pública, como ocurre en San Quintín y San Felipe.
La municipalización es una cuestión meramente política, que no resuelve problemas, sino por el contrario, los genera y complica. Que conste.