Palco de Prensa
Por : Gilberto LAVENANT
Una de las cuestiones por las que la ciudadanía en general desconfía de los políticos, es que, para empezar, los conocen cuando van hasta ellos en busca de votos, pero luego de ser electos, nunca más regresan. Nunca más los vuelven a ver. Bueno, salvo cuando algunos de ellos aparecen en los medios de difusión, cuando asisten a eventos sociales o políticos.
Actualmente Baja California tiene ocho diputados federales panistas y dos Senadores también panistas. Así como un Senador priísta, Fernando Castro Trenti.
De los diputados panistas, los bajacalifornianos suelen escuchar respecto a gestiones o actividades de Francisco “Kiko” Vega de la Madrid y Gastón Luken. Ultimamente también de Oscar Arce Paniagua, actual Presidente de la Cámara de Diputados Federales. Pero nunca como cuando recorrieron calles y tocaron puertas, para solicitar el voto popular.
De los Senadores, quizás sepan que lo es el yerno de don Salvador Rosas Magallón, Alejandro González Alcocer, exgobernador de Baja California y Presidente de la Comisión de Justicia en la Cámara de Senadores. Ni pensar en la posibilidad de que se atreviera a ensuciarse los zapatos, si tan “flamante legislador”, regresara a alguna colonia de Baja California a dialogar con sus presuntos representados.
Con tanto legislador panista, podría suponerse que los bajacalifornianos han estado debidamente representados ante las diversas instancias de gobierno. Como para que nadie se atreviese a dictar acuerdo alguno o presentar iniciativa de ley, lesivos para los bajacalifornianos.
Lo cierto es que, sin exagerar, prácticamente de todos o con todos, no se hace uno. Sobre todo, ninguno que haya regresado con sus representados a darles respuestas a las inquietudes que les plantearon cuando en sus campañas, acudieron a solicitarles que votaran por ello. Por ello la desconfianza.
Sin duda alguna, la desconfianza de los bajacalifornianos en los presuntos legisladores panistas, se reflejó en estas elecciones presidenciales. De 8 candidaturas, el PAN solamente ganó una.
El absurdo, para los panistas, es que sus principales o más relevantes prospectos, como lo son Javier Castañeda Pomposo y Ruth Hernández, fueron derrotados por Elia Cabañas y Mayra Karina Robles Aguirre, respectivamente, dos priístas prácticamente principantes en la política. Nadie imaginaba que eso fuese a pasar. Y pasó. Alguien advierte por ahí que las facturas se pagan, o se cobran.
La excepción entre los legisladores por Baja Californianos, lo es el Senador priísta, Fernando Castro Trenti, que, sin adulaciones, ha hecho lo que los panistas no se han atrevido, porque su partido no se los ha permitido, porque temieron provocar el enojo del Presidente Felipe Calderón o simplemente porque no tuvieron el valor para hacerlo. Concretamente en el caso del llamado Siave, la restricción en el manejo de los dólares y el tema de la Zona Económica Fronteriza.
Pues bien, ahora, luego de los comicios del 1 de julio, Baja California tendrá un mayor número de legisladores que la representen. 7 diputados federales priístas y uno panista, electos por mayoría relativa. Los primeros, Benjamín Castillo Valdez, María Fernanda Schroeder Verdugo, Gilberto Antonio Hirata Chico, María Elía Cabañas Aparicio, Jaime Chris López Alvarado, David Pérez Tejada Padilla y Mayra Karina Robles Aguirre. El panista, Juan Manuel Gastelum Buenrostro.
También tendrá 5 diputados federales electos por el método de representación proporcional o lista. Los priístas Fernando Castro Trenti y María Elvia Amaya Araujo. El panista Andrés de la Rosa Anaya, así como los perredistas Jaime Bonilla Valdez y Jesús Alejandro Ruiz Uribe
En el Senado, tendrá tres representantes. Los panistas Ernesto Ruffo Appel y Victor Hermosillo Celada, así como Marco Antonio Blásquez Salinas, del llamado Movimiento Progresista. Esperemos que no olviden que son representantes populares de Baja California.
Que no olviden, que muchos bajacalifornianos les abrieron las puertas de sus hogares, los escucharon y les creyeron que eran sinceros cuando manifestaron sus deseos de representarlos ante los órganos legislativos, para nuscar soluciones a los problemas que afrontan, para no permitir nada que les lesione. La muestra de esa credibilidad, lo representaron y acreditaron con sus votos.
Gracias al voto de los bajacalifornianos, los que votaron en sus respectivos distritos electorales, o bien los sumados por circunscripciones, en los casos de legisladores de lista, podrán formar parte de la próxima legislatura. Para suerte de ellos, podrán cobrar altos sueldos, quizás sin merecerlos, pero que ojalá los devenguen, al menos mejor que los actuales.
Una vez más los bajacalifornianos, como muchos mexicanos, creyeron en el valor de su voto y acudieron a las urnas a sufragar. Les representarán en el Congresode la Unión, quienes por consenso quisieron los electores de esta entidad.
Falta ver sí éstos sí regresarán a recorrer calles y a tocar puertas de ciudadanos comúnes y corrientes, a cumplir las promesas que hicieron, cuando acudieron a pedir que votaran por ellos.
Falta ver si estos sí serán capaces de defender a los bajacalifornianos, cuando alguien proponga iniciativas de ley que lesionen a las empresas, a particulares, incluso a los trabajadores, a quienes hacen posible que Baja California continue trabajando. Sobre todo, si se opondrán ante medidas presidenciales centralistas, absurdas y contraproducentes.
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