Brasil 4 de julio de 2014 (lasillarota.com).- David Chaves, el brasileño que denunció a los ex funcionarios panistas de la delegación Benito Juárez, Sergio Eguren y Rafael Medina, por haberle propinado una golpiza en su país, aseguró que la agresión siguió a pesar estar ya desmayado.
"Fueron unos cobardes. Se lanzaron los cuatro contra mí, estaba desmayado, ensangrentado e indefenso", dijo en una entrevista con Reforma.
El brasileño, abogado de profesión fue supuestamente golpeado en la ciudad de Fortaleza luego de la eliminación del seleccionado mexicano del Mundial el domingo pasado por los cuatro mexicanos, quienes se encuentran detenidos y acusados de agresión física grave y de acoso sexual a la esposa de Chaves.
El brasileño narró que la agresión se registró mientras iba caminando por la calle con su hermano y su esposa, cuando fueron sorprendidos por los mexicanos.
"Íbamos en fila india, mi primo, mi hermano, mi esposa y yo, cuando al pasar por un taxi que estaba detenido sobre la calle, el pasajero que iba en el asiento delantero extendió la mano y le tocó la cola a mi mujer”, señaló.
El abogado apuntó que le quitó la mano al agresor y le aclaró que la mujer iba con él, pero uno de los mexicanos se bajó del vehículo y comenzó a discutir y agredirlo.
"Yo le saqué la mano y le dije que ella estaba conmigo, nada más. Pero él se bajó y empezó a discutir empujándome y pegándome. Los otros tres pasajeros también se bajaron y empezaron a golpearme con todas sus fuerzas", contó.
Según la declaración de su hermano, los panistas siguieron golpeándolo a pesar de haberse desmayado, mientras la mujer agredida pedía que lo dejaran de golpear.
El hermano dijo que corrió a buscar ayuda, además otras personas que se acercaron trataron de contener a los mexicanos, hasta que llegó la policía y los detuvo.
"Si no los hubieran detenido, hasta podrían haberme matado", señaló Chaves, quien sufrió fracturas en las dos órbitas oculares, un corte en los labios, hematomas en los brazos y piernas, y una sutura en su cabeza.
Las lesiones lo obligaron a permanecer un día más en el hospital y guardar una semana de reposo en su casa.
Chaves no pudo aclarar si los mexicanos estaban ebrios o no, solo agregó que “en el taxi venían (los mexicanos) haciendo mucha bulla, gritando insultos y gritando vivas a México".
"No tengo ningún problema con los mexicanos. Estuve en el estadio del Castelão cuando México jugó contra Brasil y también el domingo para el partido entre México y Holanda. Los aficionados mexicanos siempre se comportaron bien”, mencionó.
Debido a la violencia que presuntamente hubo en el ataque, el caso ha cobrado relevancia en Fortaleza, donde Maximiano Leite Barbosa Chaves, el padre de Chaves es un reconocido médico y perito general del Servicio Forense del Estado de Ceará.
El abogado agredido aclaró que su “padre no intervino para nada en el asunto. Pero como fue una agresión tan grave, el capítulo local de la Orden de Abogados de Brasil pidió que los mexicanos tengan una condena ejemplar.
"Yo mismo quiero que sean condenados con todo el peso de la ley. Lo que hicieron no tuvo sentido y fue muy grave", destacó Chaves, quien además del proceso penal que ya inició, los demandará civilmente por daños y perjuicios.
Los mexicanos, que se encuentran detenidos provisionalmente en el Instituto Penal Francisco Hélio Viana de Araújo, en las afueras de Fortaleza, podrían enfrentar penas de entre dos y ocho años en prisión.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SER) aclaró el jueves que los panistas tendrán la misma protección consular que cualquier otro ciudadano.