TIJUANA BC 30 DE JULIO DE 2015 (AFN).- Una fiesta de las palabras en honor del destacado escritor Juan José Arreola resultó ser la conferencia impartida por el escritor y ensayista Hernán Lara Zavala dentro del Ciclo de Conferencias México a través de la Cultura, realizada el miércoles 29, en la Sala Carlos Monsiváis, del Centro Cultural Tijuana.
“Llegamos a un acuerdo muy afinado, el maestro Lara y un servidor, para volver a hablar de este escritor tan determinante del siglo XX, Juan José Arreola, él estuvo de acuerdo ya que lo conoció personalmente, estamos muy contentos de que puedas disertar sobre él”, dijo Pedro Ochoa director general del CECUT a modo de bienvenida.
“Yo solo he conocido en toda mi vida a un escritor genial, miren que conocí a Octavio Paz, a Carlos Fuentes, a Juan Rulfo, a Doris Lessing, a José Saramago todos escritores de un talento extraordinario, pero cuando hablo de genio pienso en Mozart, Cervantes, Rimbaud, Picasso y en Arreola”, precisó Lara Zavala.
Hernán Lara es autor de Península, península, novela le valió el Premio Nacional Elena Poniatowska de la Ciudad de México, 2009, el Premio de la Real Academia Española, 2010, el Premio Universidad Nacional en el área de Creación Artística, así como la Medalla Justo Sierra Méndez 2011 que otorga el gobierno de Campeche.
“La literatura mexicana de la segunda parte del siglo XX está en gran medida apoyada en dos grandes nombres Rulfo y Arreola”, continuó el autor del libro La prisión del amor y otros ensayos narrativos publicado por Editorial Taurus próximo a salir a la venta.
Lara aseguró: “debo decir que de alguna manera Juan Rulfo fue, además de amigo y compañero, discípulo de Arreola no en cuanto sus historias sino en cuanto una de las capacidades que tenía Arreola de poder editar y sugerir cambios y textos a sus colegas contemporáneos y eso hizo con Rulfo”.
La lectura de algunos textos y pasajes de sus cuentos y narrativas, permitió al público rememorar la grandeza de su pluma y el impacto que su quehacer literario tuvo en las letras mexicanas, Prosodia, Bestiario, Varia Invención, Confabulario, se evocaron en voz de Lara para complementar su exposición.
“Cuando murió, sus hermanas no depositaron sus cenizas en algún lugar, solo las pasearon por Zapotlán el grande, sus cenizas todavía no encuentran respiro final, pero esa acción me recordó el cuento más célebre de Arreola, El guardagujas, cuando el jefe de la estación de trenes compara al tren con la vida, nadie hubiera imaginado que ese viaje ficticio iba a prefigurar este acto póstumo”, acotó Lara.