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Tiene casi un siglo y una belleza de 400
León Guanajuato - sábado 2 de junio de 2018 - AFN.
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• El Expiatorio de León se yergue majestuoso
JOSÉ ENRIQUE GARCÍA SÁNCHEZ
LEON, GUANAJUATO, 2 DE JUNIO DE 2018 (AFN).- El Templo Expiatorio de esta ciudad está por cumplir apenas un siglo de edad, pero tiene la belleza de un legado cultural de 400 años en sus columnas, paredes y ornamentos, expresión del estilo neogótico traído de Europa. Tomó 91 años concluir la obra y fue la presencia del Papa Benedicto XVI en esta entidad, el acto de mayor peso simbólico para declarar terminado el proyecto emprendido en 1921 por el sacerdote Bernardo Chávez.
Casi un siglo después de colocada la primera piedra, el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús, conocido popularmente como El Expiatorio, se yergue hoy en el centro histórico de este municipio, iluminando por las noches al resto de la zona, y forma parte del compendio representativo de este tipo arquitectura en México.
La imponente edificación localizada sobre lo que hoy es la avenida Madero, y que se convirtió en proyecto gracias a la donación del terreno por parte de una feligres de principios del siglo pasado, ya forma parte del catálogo mexicano del arte neogótico, una expresión de la influencia cultural europea que solo se puede explicar por la conquista española.
Han transcurrido seis años sin que se haya cumplido la leyenda urbana compartida de generación en generación, según la cual, cuando el templo fuese concluido, ocurriría el fin del mundo. Lo que si ocurrió es que el sucesor de San Pedro, según la tradición judeo-cristiana, acreditara con su presencia un momento histórico, considerando que fue el segundo Papa en visitar México, por cierto, el único y último viaje durante su breve pontificado.
Los ornamentos de sus columnas y arcos, siguen maravillando a los visitantes de todo el mundo, que, mientras camina sobre el piso de granito natural llamado 'rojo bonito' y un 'verde Ubatuba' traído en bloques desde Brasil, sucumben a la magnificencia de su construcción y acabados.
Destaca el altar principal. Fue hecho con mármol blanco “Alejandra” y verde Tikal. Ambos traídos desde Guatemala, y en él resalta la frase “anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven señor Jesús”.
La policromática belleza de los vitrales, es un infaltable en el arte sacro a nivel mundial desde que su valor ornamental fue incorporado en los templos de culto religioso a la altura del siglo XI. Fueron elaborados en Encarnación de Díaz, Jalisco, y en León en el taller del Arquitecto Rodolfo Gutiérrez. En los vitrales laterales está representada la Anunciación, el nacimiento de Cristo, el Calvario, la venida del Espíritu Santo y la Ascensión del Señor. En los vitrales del centro, atrás del altar, está la imagen de Cristo, Rey del Universo.
Otros dos están colocados en los cruceros de las naves: en uno se representa esquemáticamente la ciudad de León, con los edificios más conocidos, y en el lado poniente está la Basílica de San Pedro. En la parte de la fachada del templo está "la alegoría de la divinidad, rodeada por querubines".
Su blanca fachada cuenta con un rosetón que es una entrada de luz circular con ornamentos típicos del estilo neogótico. Una gran cantidad de ángeles en los costados custodian la entrada. En la parte baja hay tres puertas que representan La Trinidad, (Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo), las cuales están hechas de bronce con una técnica que se hace con cera de abejas.
El complejo del Templo Expiatorio incluyó construcciones como la Casa de Ejercicios con su capilla dedicada a la Madre Santísima de la Luz, idea también del P. Chávez aprobada en 1942. También se levantó una Gruta de Nuestra Señora de Lourdes, una capilla del Tepeyac, con imágenes de la Virgen de Guadalupe, el vidente San Juan Diego y el Obispo Zumárraga ubicadas bajo una cúpula circular sostenida por columnas.
Adicionalmente están las criptas localizadas en siete catacumbas donde se depositan cenizas y restos humanos de poco más de 1900 personas. Todas ellas fueron distribuidas en los huecos que la construcción requería para su cimentación. La venta de tales criptas contribuyó a financiar parte de las obras.
El conjunto solía tener tres capillas en su interior. Una dedicada a la Virgen de Lourdes, otra a la Virgen de la Luz y una más a la Virgen de Guadalupe. Sin embargo, la primera de ellas fue demolida para dar una mejor imagen al templo. Ello permitió que la plaza contigua gozara de mayor espacio para el disfrute visual del templo.
Hoy, el Templo Expiatorio es uno de los más importantes tesoros culturales del país, pero orgullosamente guanajuatense.