Hola humanos mortales, que estáis en plenos 45 días de silencio sin promesas falsas y tontejadas de candidatos que quieren el huesote, yo os saludo y os recuerdo que soy un fantasma proveniente del siglo XIX que toma forma humana en cualquier día y hora con el propósito de volver a sentir el placer de comer.
¡Ah, el siglo XXI! el siglo de la comunicación donde todo mundo hace todo, menos comunicarse y heme aquí, de regreso para visitar restaurantes, fondas taquerías y carritos de hot-dogs. También he regresado para platicaros mis experiencias y así sepáis qué onda y qué barrio.
Este día he tomado forma humana en un lugar llamado CAFÉ DE LA FLOR, ubicado por la calle Sonora en la recta de la Chapu. El CAFÉ DE LA FLOR está en una casa que fue adaptada para hacer las veces de restaurant mediante una serie de modificaciones. El estacionamiento es un dolor de cabeza, en verdad os digo, las calles están generalmente saturadas y los estacionamientos aledaños también, (hay otros restaurantes por el rumbo, igualmente con estacionamiento reducido o inexistente), así que tanteadle el agua a los camotes cuando llevéis vuestros carruajes o calesas.
Me he aparecido a la hora del desayuno, el sitio tenía un buen número de comensales y sin embargo, en cuanto me senté la atención fue inmediata (el mesero no se dio cuenta de que todavía tenía algunas partes del cuerpo transparentes ya que estaba en plena materialización, buena suerte). Los precios van de los $ 39.00 por la copa de yogurt con fruta, granola y miel, a los $ 95.00 por huevos con chilaquiles, frijoles y postre. Ensalada de frutas: $ 45.00, Omelette de chilaquiles: $ 81.00, chilaquiles rojos o verdes: $ 63.00, Hotcakes (2, les ponen plátanos y fresas): $ 55.00. Los huevos rancheros, norteños o con chorizo salen a $ 67.00, los omelettes light o de rajas: $ 75.00.
Ordené los huevos divorciados $69.00 y cafecito $25.00, el tiempo que se tomaron para traerme la comida fue de unos cinco minutos, más o menos. Los huevitos estuvieron buenos (nada del otro mundo) y el café también. Antes de servir el desayuno, traen unos bollitos y dejadme deciros que están para comerse solos, MUY BUENOS, los bollitos valen el viaje al CAFÉ DE LA FLOR. Me di cuenta de que tienen pasteles hechos por el mismo restaurant, los probaré en alguna otra ocasión, por ahora regreso a mi estado fantasmal para ir a oir a Whitney Houston que ya debe de andar por aquí…