Por: Norma Y. Cortés J.
TIJUANA BC 26 DE JUNIO DE 2016 (AFN).- En la región seguirá haciendo calor y Puerto Nuevo Baja, Hotel y Villas lo sabe, por eso, todo el año ofrece su Brunch Dominical y el acceso a sus albercas por el mismo precio.
Creado para cumplir retos, esta nueva administración inició por invertir, desde 2013, tiempo y dinero en equipamiento, capacitación y alimentos y bebidas, es decir, en crear una nueva marca, a la par de seguir operando.
La empresa le apostó también a otros productos, entre ellos el hundimiento del Uribe 121, con el que se pretende llegar al mercado de más de un millón de buzos de California para que disfrute el atractivo único del Arrecife Artificial.
"De los mercados que se manejan en Playas de Rosarito, nosotros nos especializamos en el mercado familiar y empresarial, muy frecuentemente el hotel está lleno, el mercado americano está regresando, pero el mexicano también, tanto en el hospedaje como en otros productos, por lo que nuestro objetivo siempre es dar calidad", comentó a Agencia Fronteriza de Noticias, Lorena Ainslie Knocker, directora general del hotel.
Pero también, precisó, la ocupación de lunes a jueves ha crecido, vemos a grupos empresariales y atendemos eventos sociales, ellos necesitan de instalaciones grandes como los que tenemos en estas 5 hectáreas.
Para Pedro Ramírez Campuzano, propietario de Puerto Nuevo Baja, Hotel y Villas, Baja California es un lugar entrañable, muy querido, informó, Ainslie Knocker, por lo que en los tiempos malos del turismo, le apostó a la reestructuración del hotel.
Otra sorpresa para quienes desean pasar una tarde agradable en el lobby bar, pero no tienen cómo integrar a sus niños en esta experiencia, es el servicio de estancia infantil, a cargo de 2 educadoras que atienden a los más pequeños en habitaciones adaptadas que cuentan con circuito cerrado.
Para los niños grandes se diseñaron recorridos temáticos en los que pueden visitar la zona de juegos o realizar actividades recreativas, además de conocer las réplicas de piezas arqueológicas que se encuentran en el Museo Nacional de Antropología e Historia, construido por el mismo diseñador del hotel, el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez.
El restaurant, a cargo del chef Jorge Pérez Rocha, tiene entre sus platillos de sazón muy mexicano, la parrillada y los molcajetes, que han llamado mucho la atención de los comensales.
A la buena cocina y en fechas especiales hay que agregarle el espectáculo de caballos bailarines en el redondel del hotel, que alternan con grupos de danza regional.
Ainslie recordó que en un hotel nunca hay que olvidar a qué viene el huésped, ya que debe sentir que está en buenas manos, saber que nos hacernos cargo de él desde que cruza el lobby, "esa es nuestra tarea", concluyó.