OAXACA, OAXACA 11 DE DICIEMBRE DE 2011 (AFN).- Al milenario y bellísimo árbol del Tule, que los oaxaqueños exhiben con orgullo, los residentes del lugar le han encontrado, según afirman, figuras como una cabeza de león, de venado, un elefante y hasta un cocodrilo, que con poca imaginación si saltan a la vista de los turistas.
Los “nudos” del gran Tule, hacen parecer a la vista esas figuras y últimamente, según los guías de turistas, en su parte posterior han encontrado otra más que ellos llaman “las pompis” de Thalía ¿Por qué? Pues bueno, también eso ya se lo podrá imaginar.
Visitar Oaxaca no se puede concebir sin darle un “vistazo” al imponente árbol del Tule, que en realidad son tres, ya que el principal, que tiene aproximadamente 2 mil años, es “acompañado” a pocos metros por otros “menores” que presumen Mil y quinientos años de antigüedad, respectivamente.
Estos ejemplares de la naturaleza se encuentran en Santa María El Tule, poblado ubicado a por lo menos 14 kilómetros de la ciudad capital sobre la carretera a Mitla y a Tlacolula. De hecho, lo único que se puede apreciar en este poblado son los bellos ahuehuetes y un templo erigido en ese lugar que fue considerado como “sagrado” por los habitantes del lugar.
El árbol del Tule que llama más la atención y que aparece como principal atractivo, es el Sabino o Ahuehuete con más de 2 mil años de vida. Tiene un tronco con el diámetro “más grande del mundo” con 42 metros aproximadamente y una altura de 40 metros.
Para acercarse a éste, se debe pagar un total de 5 pesos por persona, por entrar al atrio de la Iglesia que es donde se le mantiene bien cuidado. Al igual que sus “hermanos”, está cercado para evitar que los turistas o cualquier otra persona lo dañen.
El sitio impresiona por lo extremadamente limpio que se encuentra y por el bello jardín que rodea estos ejemplares de nuestra naturaleza. Se dice que el árbol principal tiene un peso aproximado de 636 toneladas.
Al igual que otros sitios de Oaxaca, en el lugar puede encontrar artesanías propias de la región, nieves de diversas frutas que por la frontera norte no se encuentran, así como deliciosa comida típica y antojitos.
Al árbol del Tule se le “celebra” el segundo lunes de octubre, con una gran feria en la que inclusive se queman “castillos” y se disfruta de comida típica de la región.
Mitla o “Lugar de los Muertos”
La mayor parte de las empresas que se dedican a ofrecer “tours”, le incluyen el poblado de San Pablo Villa de Mitla, como parte del recorrido turístico, ya que se ubica a unos cuantos minutos de Tule, con rumbo al Istmo.
Ahí el escenario cambia porque en lugar de enormes árboles y bellos jardines, se encuentran los vestigios de lo que hoy en día está convertido en el principal centro ceremonial de Oaxaca, después de Monte Albán.
Este sitio que en Náhuatl significa “Lugar de los Muertos” o Inframundo, muestra los restos, también milenarios, del pueblo que se asentó en ese lugar y que según la historia fueron de origen zapoteco.
El conjunto arqueológico incluye lo que fueron los “palacios” de sus sacerdotes y principales, con habitaciones alrededor de patios cuadrangulares, así como la zona donde eran enterrados sus muertos, a la que se accede por una lóbrega escalera.
También están las construcciones conocidas como: Grupo del Sur, del Adobe, Del Arroyo, De las Columnas y de la Iglesia, que eran, según se dice, los conjuntos ceremoniales.
Llaman la atención por su delicada ornamentación basada en grecas de distintos tamaños, que no se encuentran en otras partes del país. Las grecas las forman miles de tabletas de piedra pulida, que se enlazan entre sí y que son diferentes en cada uno de los conjuntos.
En un terreno aledaño a donde se encuentra el centro ceremonial, se erige una construcción que aloja lo que serán modernos departamentos “de interés social”, para ser vendidos o rentados y que fue clausurada por el gobierno. Los lugareños no se explican cómo se autorizó una construcción de esa naturaleza que contrasta con éstas de la vida prehispánica de México.
En Mitla como en otras partes de Oaxaca, también podrá ver a nativos que han descubierto en el turismo, una importante fuente de ingresos, ya que sus artesanías les resultan sumamente atractivas.
Hay pueblos completos en donde las familias se dedican a la producción de todo tipo de objetos, textiles y productos que venden a diversos precios, pero siempre en algunos lugares le quedará la posibilidad de regatear.
En otros sitios es difícil que esto ocurra porque afirman los lugareños que sus productos son hechos a mano y a costos elevados. Esto ocurre por ejemplo, en la casa de una familia que se dedica a la elaboración de tapetes de diversos tamaños, que pueden ir desde los dos mil hasta los ocho mil pesos.
En ellos reproducen todo tipo de imágenes e inclusive le pueden elaborar uno con la fotografía o ilustración que desee, sin embargo advierten que para producir los colores que necesitan, éstos los hacen con semillas diversas y flores, por lo que no utilizan colores artificiales. Por eso, los altos costos.