Fotografías cortesía de Samuel Caplan
Tijuana BC 03 de septiembre 2014 (AFN).- Calixto supo desde pequeño que sería un escultor de figuras de arena, por eso participó en los concursos municipales infantiles en su natal Acapulco y cuando no fue suficiente lo que sabía, partió a la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado "Esmeralda" del Instituto Nacional de Bellas Artes, para estudiar la licenciatura y la especialidad.
"Me dedico a esto de tiempo completo, tengo 15 años construyendo esculturas de arena, vivo en Acapulco y de ahí me muevo a toda la república y al extranjero, me he dado a la tarea de hacerlo bien para que me inviten, me contraten. Generalmente trabajo con la rama turística promoviendo productos, eventos, dijo.
En sus esculturas, "Cal" cuenta historias con la arena, sabe que son efímeras, pero él disfruta el momento de la creación, se siente "casado" con la arena, se comunica con ella, le da vida, aunque el único recuerdo que le quede sean algunas fotografías, pero "nada es eterno", comentó, aunque la interacción con la gente es lo interesante, que ellos se la graben en la memoria.
Las 8 esculturas realizadas por Cal Molina en el Festival Baja Sand de Playas de Rosarito eran una escena: cada pieza tenía su propia historia; la intención era que los visitantes pudieran observar diferentes tipos de trabajos.
"La gente siempre pregunta cómo las hago. A veces vienen a correr y son testigos de cómo van cambiando día a día, a mí me relaja y me motiva ponerles una sonrisa en sus labios. Me encanta que vayan a la playa y aprendan".
Cal Molina dijo sentirse "como en casa" y contento de estar por primera ocasión en este festival, ya que los organizadores le han puesto el corazón para promover este arte tan poco valorado en México.
Ganador de concursos internacionales como el People Choice 2008 en Rusia, Molina dijo que hay pocos escultores que han hecho carrera a nivel internacional, uno de ellos es Rogelio Evangelista, pero hay otros en las playas mexicanas, esperando más apoyo de las autoridades.
"Desgraciadamente no hay apoyo gubernamental, yo tengo contacto con compañías extranjeras o tengo amigos que me invitan. En otros países es muy valorada la escultura en arena y las compañías de hielo o arena organizan eventos. Allá es otro nivel, hay festivales y concursos. Ojalá y en México lo hagamos, teniendo tantas playas, el clima, los artistas, ahorita sólo están viendo un granito de lo que se esculpe", expresó.
Sobre cómo se dan a conocer, comentó que en México no hay asociaciones de escultores en arena, pero a nivel internacional sí están organizados y entre ellos se apoyan para acceder a convocatorias o trabajos especiales, ya que se puede vivir de la arena, uno puede trasladarla a una escuela, un mercado, un museo, a cualquier parte y hacer arte.
"El arte me ha transformado, me ha sensibilizado, dejé la hotelería porque me asfixiaba y la arena me atrapó, por lo que me propuse llevarla hasta sus últimas consecuencias. El arte me ha hecho más humano, he aprendido, viajado; lo más importante: es que me ha hecho crecer mucho y lo que he visto en el mundo, comentó, tenemos que traerlo a México, a Rosarito".
El escultor mexicano espera que este evento crezca y se posicione a nivel internacional. Playas de Rosarito, dijo, tiene todo: arena buena, voluntad de los organizadores, y ubicación envidiable, para convertirse en el lugar que organice el festival de figuras de arena más importante de México, “yo puedo promover la visita de los escultores internacionales, por lo pronto, ya tengo mi invitación al 7º.
Festival de Figuras de Arena en Rosarito, gracias por recibirme mejor que en casa”, concluyó Molina.