*.- Manipulación de Inversiones
CIUDAD DE MÉXICO 20 SEPTIEMBRE 2018 (CIU).- En la literatura económica se establece que la competencia habilita un cúmulo de beneficios para los consumidores, hogares, empresas y para la economía en su conjunto. A saber: menores precios, mayores alternativas de consumo, mejor calidad de los productos, a la vez que incentiva la innovación, detona el ejercicio de inversiones y la productividad agregada.
En el caso contrario, en ausencia de competencia, la concentración en el mercado resulta en efectos perniciosos, como precios en niveles subóptimos, limitada capacidad de innovación, reducción de incentivos a la inversión y merma del crecimiento económico, entre otros.
El escenario de competencia efectiva ha resultado evasivo en el sector de telecomunicaciones en México.
A pesar de los esfuerzos regulatorios por alcanzar un rebalanceo del terreno competitivo, parece que hemos vuelto al panorama que diagnosticaba la OCDE, que en 2012 ya daba cuenta que “en México las decisiones en favor de la competencia han surgido con lentitud y, una vez tomadas, han sido frustradas por la ineficacia de los sistemas de regulación y legal” (https://goo.gl/8Nx4KF).
Asimismo, relataba que “a principios de 2009, cuando la Cofetel publicó nuevas regulaciones de interconexión que exigían a todos los operadores permitir el acceso a terceros, Telmex respondió con el recorte de una tercera parte de las inversiones planeadas para 2009”.
Todo ello se lee tan fresco como el diagnóstico de inversiones al que hace referencia el Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (IDET) en su reciente boletín (https://goo.gl/YEdycQ), que indica que a partir de la Reforma de Telecomunicaciones se registró un alza en la inversión total sectorial, pero que esa capitalización se contrajo 27.7% en 2017, atribuible a que el preponderante redujo su ejercicio de capital en infraestructura en 46.3% respecto a 2016.
Ello provee evidencia de que, bajo un escenario de alta concentración de mercado, existen limitados incentivos para que este operador ejerza montos óptimos de inversión.
En contraste, los operadores competidores mantuvieron sus niveles de inversión, en donde destaca Televisa Telecom como el operador que realizó mayores adiciones de capital, al destinar $20,027 millones de pesos o un tercio del total durante 2017.
Durante el ejercicio de regulación asimétrica de la Reforma, el preponderante se ha empeñado en demorar y echar atrás las medidas que le fueron impuestas. La eliminación de la ‘tarifa cero’ por la terminación de llamadas en sus redes, la falta de acuerdos de compartición de infraestructura pasiva y la dificultad para replicar técnica y económicamente sus ofertas comerciales, son ejemplos de sus esfuerzos por mantener su elevado poder de mercado en detrimento de la renivelación de mercado a favor de sus competidores.
Con todo esto el sector permanece en el escenario de efectos perniciosos de la excesiva concentración de mercado, que da pauta a montos de inversión subóptimos por parte del operador preponderante, América Móvil.
Ello también implica que la permanencia en el largo plazo de los beneficios alcanzados por la Reforma Telecomunicaciones está en riesgo.
La vuelta al diagnóstico emitido por la OCDE en 2012 da cuenta de ello.
Aquí la recomendación es nuevamente la búsqueda de la plena eficacia y sostenibilidad de las medidas pro-competencia impuestas, puesto que, en palabras de la OCDE, que hoy resuenan de nueva cuenta, “en México, la falta de competencia en telecomunicaciones ha generado mercados ineficientes que imponen costos significativos a la economía mexicana y que inciden de manera negativa en el bienestar de su población”.