Un tema reiterado por su importancia se refiere a la relevancia de contar con métricas y evaluaciones que den seguimiento al desarrollo del gobierno electrónico (e-gobierno), a la luz del impacto potencial con el que cuentan plataformas digitales para materializar un entorno de plena comunicación e interactividad con los ciudadanos conectados (e-ciudadanos).
Una tendencia identificable en la actualidad es el consumo creciente de servicios móviles y la consecuente adopción de dispositivos, por lo que los indicadores deben prestar especial atención al desarrollo de herramientas o aplicaciones móviles gubernamentales (m-gobierno).
Al respecto, The Social Intelligence Unit (www.the-siu.net) ha dado a conocer las cifras y análisis más recientes sobre el desarrollo y adopción del m-gobierno.
Uno de sus principales hallazgos fue en el ámbito de demanda de aplicaciones móviles a nivel federal, en donde se encontró que estas fueron descargadas 24,821 veces en promedio, 45% más que en su medición previa en 2015.1
Otros resultados relevantes se encuentran a nivel estatal y municipal, en los que el número de descargas de estas aplicaciones ascendió en promedio a 25,5922 y 3,1823 , respectivamente.
Llama la atención que estos indicadores registran un crecimiento anual significativo en gobierno móvil a nivel local. Mientras que las descargas de apps de entidades federativas crecieron 239% entre 2015 y 2016, aquellas de los municipios lo hicieron en una razón de 168%, considerablemente superior al 45% registrado a nivel federal.4
Cabe recordar que, en materia de satisfacción por el uso de apps de gobierno, los usuarios de apps federales otorgaron un promedio de 3.9 puntos de un máximo de 5 en las tiendas de descarga, con un avance de 0.7 puntos respecto al análisis de 2015.
De nueva cuenta, esta métrica registra un avance destacado desde la óptica local. A nivel estatal la satisfacción promedio alcanzó 3.8 puntos, mientras que en el ámbito municipal 4.1 puntos, lo cual se traduce en una mejoría en la calificación de 1.6 y 2.1 puntos, respectivamente.
A la luz de estos resultados, se identifica una tendencia hacia la oferta efectiva de aplicaciones de gobierno móvil en México durante 2016. Esto resulta lógico, puesto que los gobiernos locales tienden a conocer y atender de manera más eficiente y eficaz las necesidades de la ciudadanía. En franco contraste, en 2015, los resultados apuntalaban hacia una mayor adopción y satisfacción por el uso de aplicaciones de m-gobierno federal.
Las métricas hasta aquí analizadas revelan que la demanda de aplicaciones gubernamentales por parte de los e-ciudadanos incrementó debido al interés de los ciudadanos por los servicios y paralelamente, por el aumento en la oferta de estas herramientas por parte de los gobiernos estatales, ayuntamientos y delegaciones.
Por ello, cabe insistir en el desarrollo y reconocimiento de indicadores como estos, puesto que permiten a las instituciones públicas dimensionar el impacto de la prestación de servicios de información, transparencia, realización de trámites, interactividad, consulta ciudadana, entre otros, a través de plataformas digitales, especialmente en aquellas móviles.
A su vez, permiten diagnosticar y anticipar cambios en las tendencias de apropiación y preferencia tecnológica. A partir de todo ello, es posible el desarrollo de herramientas efectivas para alcanzar una plena interacción entre el e-gobierno y el e-ciudadano.