MÉXICO 10 MAYO 2016 (CIU).- En la actualidad, nos encontramos en un entorno de creciente conectividad, traducido en mayores y más veloces capacidades de transmisión de datos, así como en un contexto de masificación en la adopción de dispositivos inteligentes (Smartphones, tabletas, televisores, etc.) que favorece el consumo de contenidos audiovisuales más allá de las plataformas tradicionales (TV abierta y de paga).
Hace poco menos de un lustro, conocimos del lanzamiento de las plataformas de servicios Over-The-Top (OTT, en inglés) en el mercado mexicano, aquellas que sólo requieren de una conexión a internet en dispositivos – como computadoras, consolas de videojuegos, smartphones, tabletas o Smart TVs – para tener acceso a contenidos bajo demanda y desde cualquier lugar.
Hoy es un hecho que estas plataformas han ganado terreno entre las preferencias de los consumidores en México. De manera que los servicios OTT ya compiten directamente con otras plataformas de transmisión de contenidos de video, como es el caso de la televisión de paga. En algunos mercados como es el caso de Estados Unidos y Brasil en el continente americano, comienzan a identificarse indicios de una regresión de las suscripciones de TV de paga frente a aquellas de servicios OTT.
Adopción de Servicios OTT en México
En México, se identifica una marcada afinidad por el consumo de contenidos audiovisuales, tal que 77.1% de los internautas han visto estos contenidos en internet, equivalente a 47.5 millones de personas y a un crecimiento anual de 12.4%. Entre ellos, 5.6 millones se han suscrito a plataformas OTT de pago mensual o por renta (i.e. Netflix, Claro Video, Cinépolis Klic, Blim, HBO GO, entre otros) al segundo trimestre de 2016, cifra que representa un crecimiento anual de 44.5%.
Usuarios de Servicios OTT en México
Fuente: The Competitive Intelligence Unit, 2016
¿Quiénes son los usuarios de estos servicios en México? Principalmente los jóvenes menores de 30 años que cuentan con conexión a internet, habilidades digitales y poder adquisitivo para cubrir más allá de las necesidades básicas. En otras palabras, aquel segmento de la población que está dejando de ver contenidos en televisión (abierta o restringida) para sólo hacerlo a través de plataformas digitales o que incluso sólo ha disfrutado de películas o programas a través de internet, por lo que reciben la denominación de “cord-cutters” o “cord-nevers” respectivamente.
Principales Plataformas de Servicios OTT
Una de las principales ventajas del acceso a contenidos a través de plataformas OTT, es la posibilidad de que los usuarios puedan seleccionar el tipo de contenido que prefieran en cualquier momento del día, a través de una diversidad de servicios.
La preferencia de los consumidores por una u otra plataforma depende principalmente de la cantidad y calidad de los contenidos, de la especialización (contenido básico, premium, exclusivo, local, entre otros), de la facilidad de acceso entre diferentes dispositivos, del precio al usuario final, así como de la antigüedad, a partir de su introducción en el mercado. De esta forma, el servicio predilecto entre los usuarios mexicanos de servicios OTT de video es Netflix con una cuota de mercado de 68.9%, seguido de Claro Video con 28.7%, Cinépolis Klic 0.5%, HBO GO / NOW (de reciente lanzamiento) con apenas 0.5%, mientras que otras plataformas alcanzan 1.5%.
Participación de Mercado de Servicios OTT
Fuente: The Competitive Intelligence Unit, 2016
A la luz de estos números, la adopción de plataformas OTT en México se encuentra en una fase de expansión acelerada, caracterizada por ganar terreno entre las preferencias de los consumidores de contenidos audiovisuales. De esta forma, ya se constituyen como una opción competitiva y en algunos segmentos de la población como sustitutos en el consumo de estos.
A su vez, se está experimentando una diversificación de plataformas y productores de contenidos, cuyo enfoque está basado en la distribución de contenidos para diversos segmentos de audiencias y preferencias.
La expansión de la demanda y eventual masificación de estos servicios dependerá en gran medida de la adopción generalizada de la conectividad entra la población, de la calidad y capacidad suficiente de la banda ancha para acceder efectivamente a estos contenidos, así como del poder adquisitivo suficiente y nivel de precios asequible para hacerse de servicios OTT.