TIJUANA BC 31 DE DICIEMBRE DE 2024 (AFN).- En un rincón del pasado de Tijuana, donde los ecos de hélices y motores de aviones resonaban, el artista plástico conocido como Gushsan encontró su pasión.
Su gusto por la historia aeronáutica de la región y su vínculo con el desarrollo cultural de la ciudad, lo llevaron a emprender un proyecto que une arte, investigación y memoria histórica.
El emblema de su trabajo lo encontró en la histórica Torre Emilio Carranza, también conocida como la Torre Agua Caliente, un ícono arquitectónico y cultural que alguna vez fue una torre de control y estación de radio para el prestigioso resort Agua Caliente, un lugar que, según contó, llegó a competir con Las Vegas antes de la prohibición de los juegos de azar en México.
“Descubrí que aquí en Tijuana se fabricaron aviones como el Baja California 1, 2 y 3, y eso no lo enseñan en la escuela, pero fueron parte de una historia que marcó a esta ciudad y a la aviación mexicana”, explicó.
Explicó que con este proyecto no solo quiere revivir el pasado, sino también inspirar un futuro, pues señaló que durante los últimos dos meses ha trabajado en la fabricación de las réplicas, a escala, de las avionetas mencionadas, para posteriormente exhibirlas en universidades, museos y consulados.
“Lo que hago es un pretexto para contar una historia respaldada con documentos y fotografías. Para mí, es emocionante poder mostrar cómo era el fuselaje y el interior de esos aviones”, comentó.
En ese sentido, el artista expuso que con la llegada de los aviones y la conexión con Hollywood se transformó a Tijuana en un centro de lujo y entretenimiento, pues no solo atrajo a estrellas como Charles Chaplin y Bing Crosby, sino que también fue un puente entre culturas gracias a los vuelos que diariamente llegaban desde Los Ángeles y otros destinos.
Entre sus planes está la creación de un corredor turístico que destaque los sitios históricos relacionados con la aviación y la cultura de la época, con ubicaciones como la nueva réplica de la Torre Emilio Carranza construida a unos metros de donde se encontró la original; los túneles subterráneos que conectaban las áreas del hotel y el Club Campestre.
Por último, mencionó que para él, este proyecto es una forma de darle a Tijuana un sentido de identidad y orgullo histórico, el cual, precisó, se ha perdido por los constantes cambios de población y la falta de documentación oficial.