TIJUANA BC 12 DE NOVIEMBRE DE 2019 (AFN).- Gabriel Rivera mostró a la cámara de AFN su organillo construido en madera, tubos portativos y un sistema mecánico de relojería, que manipulado por una manivela arranca las melodías que comparte con la ciudadanía, quienes con gusto premian su arte musical con una moneda.
Entrevistado por Agencia Fronteriza de Noticias (AFN), refirió Rivera que el oficio de organillero se origina en Alemania, y que inicialmente se tocaban melodías de vals y polka; actualmente el repertorio lo conforma la música ranchera, pop y balada ranchera.
En su trayecto diario le acompaña Jorgito, un changuito de peluche que simbólicamente realiza su parte, ya que en el pasado los organilleros llevaban un changuito vivo, que recogía las monedas por la música tocada.
El organillero explicó que en breve se realizará en Berlín el Festival de organilleros, al que se alista para asistir, al evento, el cual tiene como propósito fraternizar con los miembros del gremio y mantener vivo el oficio.
Los organilleros, agregó, resultan casi desconocidos para un gran sector de la población, y evocan los recuerdos de un grupo minoritario que lleva en la mente ese trocito de la historia del pueblo de México; no obstante, resaltó, dada la densidad poblacional pasamos desapercibidos.
Relató que en lo personal realiza una jornada de 8 horas diarias y se desplaza por diversos sitios de la ciudad, y la región para compartir con los transeúntes esta tradición. También, destacó, tiene un proyecto pendiente con el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC).
“Hermoso cariño” reza la letra de una melodía en la voz de Vicente Fernández, y que forma parte del repertorio con sabor a México y la nostalgia de la música de organillero, la cual nace en México en los años de 1800, relató Gabriel Rivera, quien se encuentra en Tijuana hace casi tres años, compartiendo entre la población tanto historias, como esta bella música.