*.- Precaución: al abrir la nota encontrará fotografías de extrema violencia
CULIACÁN SINALOA 31 DE OCTUBRE DE 2016 (AFN).- “El Sargento Phoenix”, abatido por el ejército en la refriega que se registró este domingo en Culiacán Sinaloa, era el segundo de abordo del grupo criminal liderado por Rodrigo Aréchiga Gamboa, “El Chino Antrax”, quien fue detenido en Holanda, a finales de 2013 y extraditado a Estados Unidos en 2014.
Hasta ese momento “El Chino Ántrax” era la cabeza de este grupo criminal que se convirtió en el “brazo armado” que brinda seguridad a “el cártel de Sinaloa”, y especialmente a los hijos del capo Ismael “el Mayo” Zambada.
Según las autoridades, lo que distingue a los miembros de este grupo criminal es un anillo de calavera sobre brillantes, lo cual establece liderazgo, muerte y poder. Tras la captura de “el chino ántrax”, René Velázquez, conocido como “El Sargento Phoenix”, tomó el mando. Utilizaba además los apodos de: “El Gato Negro”, o “El Talibán.
Ya había sido detenido por el Ejército en el año 2008 pero escapó en marzo de 2014 y se integró de nuevo a “Los Antrax”. Sus restos, lo del “el Cali” -otro sicario abatido- y los de un hombre más, también muerto, fueron llevados al Servicio Médico Forense para que les realizaran las pruebas de ley correspondientes.
El enfrentamiento se registró por la madrugada en la calle Miguel Hidalgo, entre las calles de “Esteban Flores” y “Alejandro Quijano” de la ciudad de Culiacán, entre elementos del Ejército Mexicano e integrantes de ese grupo delictivo conocido como “Los Ántrax” con un saldo de los tres hombres fallecidos, además de tres heridos y seis detenidos. Los heridos son José Carlos “N”, de la colonia Las Huertas; José Javier “N”, del fraccionamiento San Isidro; y Juan Carlos “N”, de la colonia Las Quintas, quienes quedaron internados en un Hospital General.
En el sitio de la balacera quedaron cuatro camionetas con impactos de bala en su carrocería: una Mazda blanca, una Toyota Tacoma, otra Nissan Murano y una Dodge Ram blanca, en la que viajaban los delincuentes, los cuales presumiblemente habrían abierto fuego, cuando se les marcó el alto por parte los militares