TIJUANA BC 30 DE AGOSTO DE 2011 (AFN).-Personal retirado o inactivo del Ejército Mexicano está desplazando a elementos de la policía comercial al incursionar en el negocio de las empresas de seguridad privada, lo mismo como instructores que como agentes de seguridad para empresarios o funcionarios.
Bajo el resguardo de licencias colectivas de portación de armas, debido a su servicio en la milicia, elementos castrenses actualmente se desempeñan como agentes de seguridad para particulares, o son contratados como capacitadores en las empresas que se dedican a brindar este tipo de servicio.
En una entrevista realizada por Agencia Fronteriza de Noticias a Marco Santelices, director de Elite Tactical Equipment (ETE), éste explicó que en los próximos meses las compañías privadas se verán beneficiadas, puesto que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) dispuso que les fueran retiradas las armas a los agentes comerciales dedicados a servir como escoltas, aunque en días recientes se indicó que hubo una nueva prórroga.
En este sentido, el director de ETE, una de las 15 empresas certificadas que existen dentro del país y de las cuales tres se ubican en Baja California, dijo que tras la decisión tomada por la Sedena el sector empresarial se verá desprotegido, por lo que “una de dos, o acuden a blindar sus autos, que no es nada barato, o buscarán protección de particulares”.
La mayoría de las personas que inician en este tipo de negocio “tienen un trasfondo o experiencia militar”, destacó Santelices, y al dejar de pertenecer al ejército utilizan el conocimiento adquirido para subsistir, situación que se les facilita por contar con el permiso de portación de armas.
El encargado de ETE detalló que para recibir un permiso de portación de arma, la autoridad militar encargada de darlos exige un periodo de capacitación de aproximadamente 120 días para tener una “pre autorización”; en dicho periodo los futuros soldados son sometidos a exámenes psicológicos, toxicológicos, entre otros.
Debido a lo anterior, es que el negocio de seguridad privada ha vivido dos fenómenos: la incursión de militares y la posible desaparición de agentes comerciales, por la decisión de la Sedena de desarmarlos.
Asimismo, el sector empresarial manifestó su descontento y preocupación por la medida de “desarmar” a sus escoltas –policías comerciales- durante una reciente reunión con el Secretario de Seguridad Pública Municipal (SSPM) de Tijuana, Gustavo Huerta Martínez, y el General Alfonso Duarte Mújica, de la Segunda Zona Militar.
El pasado lunes, Laura Torres Ramírez, coordinadora de los Consejos Coordinadores Empresariales (CCE´s) en Baja California, informó que la orden para desarmar a los policías comerciales quedó suspendida hasta “nuevo aviso”.
Torres Ramírez apuntó que la decisión fue confirmada por el secretario de Seguridad Pública del Estado (SSPE), Daniel De la Rosa Anaya, cuando lo consultaron al respecto.