TIJUANA, BC, 8 de marzo de 2009 (AFN).- Tanto en el cuartel militar de la colonia Morelos como en el edificio de la PGR ubicado en la zona Río, “se nos ha dicho que ahí no tienen a nuestros familiares”, manifestó la esposa de uno de los 60 detenidos la madrugada del domingo durante una fiesta de XV años, en la que se presume había integrantes del crimen organizado.

 

La hermana de uno de los asegurados, informó que desde su detención ha intentado saber de él, pero tanto en la Procuraduría General de la República como en las instalaciones castrenses, le han hecho saber que ahí no se encuentran.

 

Por su parte el representante de la Banda San José, criticó las acciones llevadas a cabo al interior de uno de los salones y además manifestó su desacuerdo al pretender relacionarlos con los delincuentes, pues a ellos los contrató la empresa Mezannine, aseveró el líder del grupo musical, quien buscaba respuestas respecto a uno de sus auxiliares que se llevó el Ejército.

 

De igual forma la esposa de uno de los meseros detenidos, dijo que al momento de ver cómo eran sacados del lugar alrededor de 60 hombres, entre invitados al evento social y empleados, decidió seguir a los vehículos militares hasta el cuartel de la colonia Morelos, cerca de las 04:00 horas.

 

Fue a las seis de la mañana, cuando a ella y a otras personas, se les informó que se iniciaría una investigación para deslindar responsabilidades, pero que “a los empleados los dejarían salir”.

 

Una vez escuchado esto, comentó que fue a su casa para bañarse y al regresar cerca de las 10:00 horas, dijo que los militares negaron saber dónde estaban los detenidos, por lo que se trasladó a la PGR y tampoco le dieron informes.

 

Por ahora todos los testigos confirman que había más de un centenar de personas en la única fiesta que se llevó a cabo durante la noche en ese lugar, en la que además había niñoa y decenas de mujeres.

 

Asimismo se precisó que cerca de la una de la mañana, los militares irrumpieron el festejo, separaron a los hombres e hicieron que se tiraran al piso, al igual que a los empleados, mientras que a los menores y a otras féminas los metieron a otros salones.