Cinco de los policías municipales recientemente liberados de un penal de Villa Aldama, Veracruz, ya se encuentran en Tijuana y señalaron que ahora buscan limpiar su nombre y en algunos casos, regresar a la corporación. 

 

En conferencia de prensa, los oficiales dieron a conocer que tras ser exonerados ahora a quien deben investigar son a los altos mandos, como lo señaló en su momento en General Sergio Aponte Polito, ex comandante de la II Región Militar. 

 

David Virrueta Palomares, presidente de la Fraternidad Policíaca de la entidad, dio a conocer que se brindó el apoyo para el regreso a la entidad de algunos de los policías, los cuales más de una veintena ya se encuentran en camino, en tanto que otros más han preferido no regresar a Baja California por temor a represalias. 

 

Aurelio Román Gutiérrez, uno de los ex agentes liberados, dio a conocer que al momento de ser detenido el ya tenía dos años de haber abandonado la corporación municipal, y en ese entonces era conductor de un taxi sin embargo, fue detenido por la Marina en su propio domicilio delante de su familia. 

 

Sostuvo que luego de ser exhibido en las instalaciones de la Fuerza Aérea Mexicana, todos fueron llevados en avión a Veracruz, donde permanecieron incomunicados durante varios días, hasta que sus familiares lograron dar con ellos. 

 

Aunque admitió que no fueron torturados, señaló que sólo se les permitía una visita cada quince días sin embargo, era difícil que esta se concretara debido a la lejanía del penal donde fueron recluidos. 

 

Ahora, dijo, sólo busca el reconocimiento de que no es culpable de los delitos de delincuencia organizada, como se le acusó en su momento, y manifestó no tener rencor hacia la autoridad. 

 

Por su parte, Sergio Díaz Santiago, uno de los agentes que el 29 de julio pasado, día en que fueron detenidos, lanzó severas críticas a los funcionarios presentes en la conferencia de prensa, dijo que sólo refirió lo que señaló en una carta el General Aponte Polito, en el sentido de que la corrupción estaba en los altos mandos de las corporaciones, y ellos sólo eran chivos expiatorios. 

 

En su caso, añadió, buscará reingresar a la corporación, toda vez que no se encontraron elementos que lo incriminaran en delitos relacionados con el crimen organizado.