ENSENADA BC 30 DE MARZO DE 2018 (AFN).- El estilo de vida actual, las modas y el acelerado ritmo de competitividad influyen en forma negativa en el desarrollo sano de los adolescentes, pues repercute en su salud y aspecto físico, advirtió la directora del Hospital General de Zona (HGZ) número 8 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Xóchitl Valenzuela González.
Indicó que la anorexia, bulimia, estrés, depresión, infecciones de transmisión sexual, así como el aumento de embarazos no deseados en la mujer adolescente, son algunas de las enfermedades más recurrentes entre las jóvenes derechohabientes.
“Estos problemas son consecuencia de la vida moderna y desencadenan complicaciones graves de salud en la adolescencia, la etapa más importante del desarrollo”, señaló.
Enfatizó sobre la importancia de la comunicación en el núcleo familiar, los padres deben tender lazos de confianza entre sus hijos para evitar influencias negativas entre las jóvenes, y que aprendan a discernir entre el bien y el mal, así como las consecuencias indeseadas de algunos comportamientos o estilos de vida.
“Particularmente por el ‘boom’ de los trastornos de la alimentación como anorexia y bulimia que generan anemia, estrés, migraña, depresión y en ocasiones, llevan al suicidio. Una adolescente con problemas en su alimentación que no es atendida adecuadamente, corre el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, cálculos renales, osteopenia y osteoporosis”, detalló Valenzuela González.
Agregó que otro mal de los tiempos modernos es que las jovencitas han adoptado hábitos de fumar y beber alcohol, tradicionalmente relacionado con los varones; a temprana edad, el tabaquismo afecta el desarrollo de los pulmones, proceso que concluye entre los 16 y 18 años de edad.
De acuerdo con el Sector Salud, en el país hay poco más de 14 millones de fumadores y de esa cifra, un millón son jóvenes menores de 18 años de edad.
“La súbita pérdida de peso en las jóvenes afecta gravemente su sistema metabólico al disminuir los electrolitos, bajar el índice de glucosa y descompensar el nivel de triglicéridos. Lo que trae graves consecuencias para su salud y metabolismo, que en ocasiones se observa en enfermedades durante sus edades más adultas” añadió.
“En el Seguro Social se brinda atención multidisciplinaria con médico familiar, psicólogo y nutriólogo, mediante un tratamiento integral que puede durar entre seis y siete meses para que la joven recupere peso y aprenda a comer en forma equilibrada”, subrayó.
Sobre el embarazo adolescente, sostuvo que es un problema de salud pública, a pesar de los programas de planificación familiar y educación sexual.
“Es de alto riesgo, porque conlleva peligro de aborto e incidencia de preclampsia. Las jóvenes toman la píldora del día siguiente como un método de rutina, cuando ésta debe considerarse sólo para una situación de emergencia excepcional. Utilizar preservativo es un método ideal con dos fines: prevenir embarazo y padecimientos de transmisión sexual”, advirtió.
Valenzuela González precisó que otras patologías propias de la adolescencia son los trastornos menstruales, ciclos irregulares, retrasos, sangrados abundantes, dolor menstrual, síndrome premenstrual y dolor en los senos.
Por lo que invitó a las adolescentes y sus padres a acercarse a su clínica para chequeos rutinarios y si ya hay algún problema de los detallados, acudir inmediatamente al médico para su valoración y pronta atención médica.