TIJUANA BC 21 DE ENERO DE 2016 (AFN).- El intercambio de besos largos, intensos y apasionados entre jóvenes de 14 a 24 años principalmente, dan lugar a la denominada “mononucleosis infecciosa”, conocida popularmente como enfermedad del beso. Es esencial un adecuado aseo bucal diario y no tener contacto con personas infectadas o que tengan alguna enfermedad.
El director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Enrique Verdugo Robles, indicó que por medio de la saliva se puede transmitir una gran cantidad de virus, bacterias y gérmenes, lo que eventualmente la convertirá en un foco de infección.
La saliva, explicó, es un líquido producido por las glándulas salivales mayores (parótida, sublingual y submaxilar) y las menores, muy pequeñas y numerosas; es transparente, de viscosidad variable y se compone principalmente de agua (95 por ciento), sales minerales: como iones de sodio, potasio, cloruro, bicarbonato y algunas proteínas.
Su función lubrificante, dijo, es básica para el organismo, porque permite desde el mantenimiento íntegro de las mucosas hasta una correcta articulación de las palabras, al mantener húmedos lengua y labios, además de proteger el esmalte de los dientes y digestión de los alimentos a partir de sus enzimas como la estaterina
Sin embargo, también es portadora de virus y bacterias que pueden transmitir enfermedades como: gripa, escarlatina, herpes, varicela, sarampión, hepatitis tipo B y parotiditis (paperas), entre otras.
Se estima que la boca está humedecida por la producción de 1 y 1.5 litros de saliva al día, en promedio. Durante toda la vida, una persona genera aproximadamente 38 mil litros de este peculiar líquido, concluyó Verdugo Robles.