TIJUANA BC 8 DE OCTUBRE DE 2015 (AFN).- El vivir un estilo de vida donde impera “las prisas” lleva a las personas adquirir alimentos industrializados en exceso, en detrimento de su salud, ya que la mayoría contienen altas cantidades de sal.
Rocío Valdovinos, nutrióloga del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Tijuana, explicó que los productos procesados como embutidos, quesos y carnes conservados con cloruro de sodio o sal, incrementa la presión arterial y origina problemas renales, además de que altera los efectos de los medicamentos en los hipertensos.
Señaló que este tipo de comidas se consume cada vez en mayor cantidad, por lo que obesos, hipertensos, cardiópatas y enfermos renales deben tener mayores cuidados y procurar una dieta baja en sal para evitar riesgos de salud.
Es importante, dijo Valdovinos, diferenciar entre el sodio y la sal; el primero es un nutrimento inorgánico en nuestro cuerpo y en algunos alimentos; mientras que la sal es un cristal unido para formar el cloruro de sodio. Ambos minerales, indicó, intervienen para mantener el equilibrio de líquido en el organismo y el exceso o deficiencia de éstos provoca hinchazón, calambres e incluso la muerte.
El consumo de sal en la alimentación diaria es un hábito dañino; gran cantidad de personas agregan más de ésta a los alimentos incluso antes de probarlos; es aconsejable, advirtió reducir la ingesta de jamón, salchichas, queso de puerco, pastel de pollo y tocino.
Este tipo de embutidos- subrayó- se han adoptado en los hogares como sustituto de otro tipo de platillos elaborados por ser más prácticos, dejando a un lado los alimentos naturales por los procesados.
Puntualizó que se debe incluir comida rica en proteínas, minerales, fibra, agua; no sólo carbohidratos y grasas, y encontrar un equilibrio sin incurrir en excesos o no alimentarse, para evitar problemas graves como anorexia y bulimia. Se puede comer de todo con medida, de acuerdo a la constitución física y evitar el sedentarismo, concluyó Valdovinos.