MEXICALI 2 OCTUBRE DE 2015 (AFN).- Un 15 por ciento de la población padece espolón calcáneo, un crecimiento congénito, prevenible y no necesariamente asociado a molestias, informó el doctor David Gerardo Bernal, ortopedista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMS) en Baja California.
Explicó que existen dos tipos –espolón calcáneo plantar- y el que se ubica en el área posterior superior, en el punto en que el talón de Aquiles se inserta – de denomina deformidad de Haglund; el primero es más frecuente, mientras que el segundo tiene una incidencia baja.
Ambos tipos surgen como resultado del desgaste natural del hueso, ya sea por exceso de peso, permanecer de pie durante mucho tiempo y/o por el uso de calzado inadecuado, posturas incorrectas del pie, trabajo físico excesivo, o someter al talón a un esfuerzo excesivo, provocando con esto inflamaciones o dolores plantares.
Esta afección normalmente va acompañada de dolor, aunque también puede ser asintomática. Los pacientes con espolón calcáneo eventualmente registran mejoría con la utilización de plantillas ortopédicas, la práctica de ejercicios de estiramiento y la toma de medicamentos antiinflamatorios.
Ante este cuadro clínico, se utiliza como última opción la cirugía, cuando las demás son ineficaces. Su incidencia es relativamente alta, entre 10 y 15 por ciento, entre la población que lo padece, aunque muchas veces se diagnostica por casualidad.
Los pacientes que padecen espolón calcáneo sufren dolores punzantes y dependientes del esfuerzo, limitan las actividades cotidianas. Esto ocurre especialmente debido a los dolores matutinos al dar los primeros pasos (dolor tras un período de inactividad).
La deformidad de Haglund se manifiesta por medio de dos síntomas: dolor opresivo al palpar el talón de Aquiles y dolor provocado por el esfuerzo en el tendón. Un cambio de calzado y evitar zapato rígido mejorará las molestias.
Para evitar la re aparición de espolón habrá que cuidar los tejidos de la planta del pie, mediante las siguientes recomendaciones: calentar y estirar lo suficiente antes de practicar deporte, utilizar zapatos adecuados que sean de la talla correcta y que no sean demasiado estrechos, cambiar de vez en cuando la postura en el puesto de trabajo; así como reducir o evitar el sobrepeso.