ENSENADA BC 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015 (AFN).- El síndrome de muerte súbita, mejor conocida como muerte de cuna ocurre repentina e inesperadamente en menores de 1 año de edad, con un incremento durante el invierno, principalmente en varones entre los 2 y 4 meses de edad.
El doctor Juan Manuel Álvarez Marín jefe del pediatría del Hospital General de Zona (HGZ) IV número 8 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Ensenada, dijo que a ciencia cierta se desconoce que pudiera ocasionarla, pero se cree que es la capacidad para despertar o incapacidad del cuerpo del infante para detectar acumulación de dióxido de carbono en la sangre.
Expresó que desde que los médicos recomendaron recostar a los bebés de lado o boca arriba, disminuyeron las muertes por este síndrome en forma considerable.
Entre los riesgos que puede traer la muerte súbita se encuentra acostar al bebé boca abajo, acostarlos en la misma cama con sus padres, el humo de cigarrillo-–tanto durante la gestación, como al nacer-, los partos múltiples, prematuros, madres fumadoras o adictas a sustancias psicoactivas.
Casi todas las muertes, señaló Marín se presentan sin ningún aviso ni síntoma y ocurre cuando se cree que está durmiendo.
Es muy importante vigilar al bebé en forma continua, si no se mueve o respira, es indispensable acudir de inmediato al médico para Respiración Cardiopulmonar (RCP).
Insistió en acostar a los bebés boca arriba, en una superficie firme, dormirlos en la misma habitación que sus padres, -no en la misma cama- ofrecerle un chupete al dormir también ayuda a reducir el riesgo; pues en opinión de los médicos, esto permite que las vías respiratorias se abran más e impide que el bebé caiga en un sueño profundo.No obstante, concluyó el especialista, lo más importante es amamantarlo, ya que la lactancia materna disminuye algunas infecciones de las vías respiratorias altas que pueden influir en la muerte súbita.