ENSENADA BC 30 DE JULIO DE 2015 (AFN).- El vientre inflamado es una condición en la que el abdomen se encuentra apretado y distendido, originado por ingerir bebidas carbonadas, masticar chicle o por comer alimentos ricos en fibra, señaló el doctor Luis Antonio Araiza Núñez, internista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Ensenada.
Explicó que este problema puede ocurrir tanto en personas delgadas como obesas y aunque no es exclusivo del sexo femenino, son ellas las que más lo presentan.
Las causas que lo originan son intolerancia a la lactosa, deglución de aire –un hábito nervioso-, acumulación de líquidos en el abdomen, gases en el intestino, oclusión intestinal, embarazo y miomas uterinos.
Los síntomas son variados e incluyen exceso de gases o eructos, diarrea, irritabilidad y vómito; se debe acudir al especialista, si el paciente presenta hinchazón abdominal y está empeorando o no desaparece, si el abdomen está sensible al tacto, si hay fiebre, diarrea intensa o heces con sangre y no ha podido comer o beber por más de ocho horas.
Es necesario que el colon mantenga una buena digestión, y para ello se requiere una alimentación equilibrada y rica en fibra- cereal y derivados, como pastas y harinas integrales, verduras como espinaca, lechuga, calabaza, zanahoria y frutas-, además de hacer varias veces a la semana ejercicios para tonificar la zona abdominal.
Como medidas preventivas Araiza recomendó evitar bebidas carbonadas, masticar goma de mascar por tiempo prolongado, tomar líquidos con popote o sorbos, e insistió en que lo más adecuado es comer lentamente, masticar bien y despacio, así como evitar platillos condimentados y grasosos.
Realiza estudios de laboratorio como la biometría hemática (para observar altas y bajas en linfocitos, granulocitos y plaquetas) y el de inmunoglobulina (para conocer el perfil inmunológico del paciente), a fin de que la enfermedad no afecte otros órganos –con riesgo de perder la vida- como cerebro, corazón, el bazo y el hígado; además de evitar la anemia y la inflamación de nervios.
A pesar de ser una patología sumamente contagiosa, concluyó Castro Guevara, su incidencia en México es baja; el Instituto brinda al paciente tratamiento farmacológico a base de analgésicos, desinflamatorios y antibióticos o prescribe reposo, dieta e ingesta de líquidos, de acuerdo a la enfermedad.