Ensenada BC 28 de septiembre de 2014 (AFN).- Las infecciones de las amígdalas, catalogadas como las más comunes, afectan a los menores a partir de los tres años, manifestándose con dolor de garganta, molestias al tragar y fiebre, motivo por el que se deberá consultar al especialista médico.
Eulogio Medina Jiménez, director de la Unidad de Medicina Familiar número 13 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Quintín, explicó que las amígdalas son una masa de tejido en ambos lados de la garganta que retienen las bacterias y virus nocivos, su función es fabricar anticuerpos que ayudan a luchar contra las infecciones.
La amigdalitis, dijo, se refleja cuando hay infección ocasionando enrojecimiento, o bien, que las anginas se recubran de una secreción blanca o amarilla, provocando así molestias al tragar e incluso, al hablar.
Los síntomas más comunes, expuso Medina Jiménez, son dolor de garganta, molestias al pasar los alimentos, voz áspera debido a la hinchazón, fiebre, ganglios linfáticos del cuello inflamados, amígdalas más rojas que lo normal, capa blanca o amarilla y mal aliento; y en algunos casos se recomienda la extirpación debido a las infecciones repetidas a pesar de la terapia de antibióticos, así como a problemas de respiración por el crecimiento natural de las mismas.
Precisó que la infección crónica puede afectar a otras estructuras, como la trompa de Eustaquio, que vincula la parte posterior de la nariz con el interior del oído, lo que conduce a infecciones frecuentes del oído y la pérdida posible auditiva.
Si ya existe una infección es necesario consultar al médico y evitar la automedicación, así como seguir cuidadosamente las indicaciones, entre las que siempre estará la ingesta abundante de líquidos y reposo, recomendó.
Destacó otras señales del agrandamiento de las anginas, como respiración por la boca, que la nariz se tape al hablar, infecciones repetidas del oído, ronquidos de noche y paros de la respiración por unos segundos durante la noche, ronquidos o respiración ruidosa (apnea), por lo que al detectarlas, es importante acudir a revisión profesional.