Tijuana BC 19 de septiembre de 2014 (AFN).- El consumo excesivo de bebidas alcohólicas está considerado como un problema de salud pública debido a sus repercusiones tanto físicas, como familiares, sociales y económicas.
Lo anterior fue dado a conocer por el subdirector de la Unidad de Medicina Familiar del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Alonso Pérez Rico, quien refirió que este hábito provoca ausentismo laboral, problemas domésticos y daños severos a la salud.
Indicó que es muy común que los servicios de urgencias del IMSS atiendan a derechohabientes que bebieron de más, generalmente por sufrir deshidratación severa y bajos niveles de glucosa en la sangre, cuadro que requiere de hospitalización.
De acuerdo con especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es recomendable que las personas que hayan abusado del alcohol ingieran de dos a tres litros de agua y alternar el consumo con bebidas que contengan electrolitos, sodio y potasio, para recuperar los líquidos y las sales que se pierden en grandes cantidades cuando se está borracho.
Pérez Rico advirtió que los remedios populares, como comer alimentos picantes, pueden dañar el tubo digestivo, mientras que con las bebidas "energizantes" hay riesgo de alteraciones de los sistemas nervioso y cardíaco.
Además, dijo, si bien los analgésicos ayudan a superar malestares como el dolor de cabeza, conviene señalar que algunos son irritantes para el estómago y provocan gastritis. Precisó que el consumo de alimentos con picante puede ayudar en cierta medida a que la persona recupere potasio, aunque con los riesgos descritos.
Respecto a las frutas, dijo que existe el mito de que su consumo, en particular el de la sandía, puede ser letal para la persona con "resaca", pero esto carece de fundamento científico. Como en cualquier otro padecimiento -concluyó el especialista- lo más efectivo resulta ser la prevención.