*.- Un recién nacido puede tener hasta 40 de ellos
Tijuana BC 16 de septiembre de 2014 (AFN).- Los lunares por lo general son benignos, pero si duelen o son mayores a cuatro centímetros, se requiere extirparlos para su análisis patológico, informó Eduardo Marín Hernández, dermatólogo del Hospital General Regional número Uno del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana.
Estos son “manchas” de la piel provocada por células llamadas melanocitos que dan el pigmento característico; pueden tener diferentes formas, texturas, colores y tamaños, se informó.
Algunos de los lunares que pueden ser malignos presentan inflamación, picor, sangrado, crecimiento con bordes irregulares y pueden cambiar de color, por lo que es importante prestar atención a los pacientes que presentan los datos señalados, explicó.
Los lunares malignos no se heredan, lo que se transmite es el tinte de la piel, dijo, aunque las estadísticas demuestran que la piel blanca tiene más susceptibilidad a presentar este tipo de lesiones.
Marín Hernández expuso que si crece bello en un lunar o es abultado no significa que sea cáncer, aunque puede ser motivo de consulta con el médico por su aspecto antiestético o molesto dependiendo del sitio en que se encuentre.
La mayoría de las personas pueden tener entre 15 y 40 lunares al nacer, y aunque algunos están presentes desde ese momento, la mayoría salen durante los primeros 20 años de vida o en la edad de la pubertad debido a una superproducción de melanina en el cuerpo, indicó; y pueden surgir en cualquier parte, generalmente son de color café oscuro o marrón y eventualmente sufren engrosamiento del color de la piel.
Para evitar problemas mayores, lo recomendable es revisar los lunares por lo menos cada seis meses, dijo Marín Hernández, quien explicó que los congénitos son mayores de 1.5 centímetros y su pigmento es uniforme, pueden elevarse sobre la piel; los adquiridos son pequeños, lisos y de un solo tono de color de forma oval y pigmento bien definido.
Recomendó que si al padre o madre le inquieta la aparición o cambios en algún lunar, puede acudir a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) más cercana o con su médico de cabecera, quien determinará su estado y si es necesario que sea atendido por un especialista.