*.- Adolescentes mujeres, la población más afectada
Ensenada BC 08 de septiembre de 2014 (AFN).- La bulimia es una enfermedad que conlleva secuelas irreversibles que pueden derivar en la muerte, es ocasionada por el temor a engordar y afecta directamente las emociones de quienes la padecen, por lo que implica tratamiento multidisciplinario, expresó María Esther Rodríguez Valencia, coordinadora de la Oficina de Competitividad, Capacitación e Igualdad del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de Ensenada.
Se trata de un trastorno alimentario y psicológico con el que se adoptan conductas que llevan al individuo a alejarse de la alimentación saludable, al consumir alimentos en exceso durante períodos de tiempo muy cortos -también llamados “atracones”-, para después eliminar el exceso a través de vómitos, laxantes, ejercicio físico intenso y ayuno.
Inicia generalmente en la adolescencia o al principio de la vida adulta, las mujeres son la población de mayor riesgo (por cada 10 casos sólo hay un hombre); la tasa de mortalidad es 5 por ciento, por lo que 20 por ciento de las mujeres con bulimia siguen luchando contra el trastorno después de diez años.
Indicó que una de las causas se debe a la presión sociocultural que ocupa un lugar preponderante, dado que induce a las adolescentes a tener un cuerpo delgado y si además presentan problemas de autoestima, lo compensan con un control excesivo de la dieta.
Rodríguez Valencia dijo que se pueden identificar los componentes que permitan un resultado eficaz del tratamiento terapéutico, sin embargo, las secuelas pueden ser un indicador importante de gravedad de que la persona puede fallecer a consecuencia de un “atracón” y por no dar seguimiento en la atención de su trastorno alimentario.
En este contexto, detalló que la bulimia puede causar problemas y complicaciones de salud a corto plazo; tales como arritmia cardíaca, ansiedad o compulsión por comer, obsesión por mantener un peso corporal debajo del normal, abuso en el consumo de medicamentos laxantes y diuréticos, pérdida del cabello, desmayos y mareos frecuentes, heridas de la mucosa bucal, piel seca, debilidad de las piernas, erosión dental, deficiencias nutricionales, irregularidades menstruales, baja densidad ósea, deshidratación y estrés por calor.
Explicó que hay tratamientos cuyo objetivo son la corrección de los trastornos alimenticios y psicológicos, por lo que aconsejó que lo mejor es que la psicoterapia la realice un terapeuta con experiencia, iniciando con la detección precoz de la enfermedad, seguimiento ambulatorio e ingreso a un centro médico en caso necesario.