TIJUANA BC 30 DE JUNIO DE 2021 (AFN).- El pasado 15 de abril Horlando estaba a punto de concluir su trabajo, donde operaba una sierra para cortar metal, cuando en un movimiento inesperado el equipo alcanzó su mano derecha provocándole una herida tan grave que según el diagnóstico inicial le haría perder la extremidad. Hoy casi tres meses después no solo la conservó, sino que avanza rápidamente en la recuperación gracias a médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social.
El sangrado era abundante y la apariencia de la herida dejaba ver que se trataba de una lesión grave, así que fue trasladado al área de urgencias del Hospital General Regional (HGR) No. 1, donde recibió los primeros auxilios y se detuvo la hemorragia.
También se aplicaron antibióticos y analgésicos para evitar una infección y combatir el dolor del paciente, mientras el personal médico seguía de cerca el comportamiento de la mano, y hubo un momento en que, por las características de la lesión, los médicos contemplaron la posibilidad de una amputación de la mano a la altura de la muñeca.
El equipo de traumatología del IMSS, sin embargo, valoró las opciones y tomó la determinación de estabilizar la extremidad lesionada y programar una cirugía reconstructiva. Los dedos afectados presentaban todavía circulación de sangre y esto significaba la esperanza de poder salvar la mano.
“Dos días después del accidente, el sábado, me llevaron a quirófano. Fue una operación muy larga, más de cuatro horas; me pusieron cinco clavos y lograron salvar mi mano”, recuerdó Horlando. Johana Ocampo Villalobos, traumatóloga ortopedista del IMSS, dijo que se logró la reconstrucción ósea y la reparación vascular, nerviosa y de tendones para salvar la extremidad.
“El paciente ha evolucionado favorablemente, lo que va a permitir el inicio de una terapia de rehabilitación para lograr la mayor movilidad posible para reintegrarse a sus actividades lo más allegado posible a su capacidad previo al accidente”, agregó la doctora Ocampo.
Después de ese momento, y a la fecha, Horlando ha sido sometido a dos nuevas cirugías, una de ellas para realizar un exitoso injerto de piel. El tratamiento recibido ha dado pie a una recuperación notable, que permitió el retiro de los clavos dos semanas antes de lo programado.
El recorrido de Horlando para lograr su recuperación todavía no termina pues requiere de la reconstrucción de ligamentos y un intenso trabajo de rehabilitación; sin embargo, el esfuerzo interdisciplinario de los médicos del IMSS le ha permitido salvar la mano y ahora sabe que tiene grandes posibilidades de recuperar gran parte de la movilidad que tenía hasta antes del accidente.