TIJUANA BC 27 DE NOVIEMBRE DE 2020 (AFN). - El abuso en el consumo de bebidas alcohólicas puede calificarse como un problema de salud pública, dadas sus repercusiones en el aspecto físico, familiar y económico, informó Fortino Guerrero Sauceda, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF), 27 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Explicó que este hábito provoca ausentismo laboral, problemas domésticos y daños severos a la salud e indicó que es común que los servicios de urgencias del IMSS atiendan derechohabientes que bebieron de más, generalmente, por sufrir deshidratación severa y bajos niveles de glucosa en la sangre, cuadros que requieren de hospitalización.
Por ello, recomendó que las personas que hayan abusado del consumo de alcohol ingieran de dos a tres litros de agua y alternen con bebidas que contengan electrolitos, sodio y potasio para recuperar los líquidos y las sales que se pierden en grandes cantidades cuando se está ebrio.
Referente a los analgésicos, señaló que, si bien ayudan a superar malestares como el dolor de cabeza, algunos son irritantes para el estómago y provocan gastritis.
Remedios populares, indicó, como comer alimentos picantes, pueden dañar el tubo digestivo, mientras que con las bebidas “energizantes” hay riesgo de alteraciones de los sistemas nervioso y cardíaco; alimentos con picante pueden ayudar en cierta medida a que la persona recupere potasio, aunque con los riesgos ya descritos.
En cuanto a las frutas, detalló, existe el mito de que su consumo, en particular el de la sandía, puede ser letal para la persona con “resaca” pero esto carece de fundamento científico.
El director de la UMF 27 puntualizó que lo más efectivo resulta ser la prevención, por lo que exhortó a la ciudadanía a disfrutar de festejos y reuniones familiares o con amistades, sin llegar al consumo extremo de cerveza, licor y comida.