Con la decisión del Congreso del Estado de resolver prácticamente de última hora, y a favor de Rosarito, el conflicto por límites territoriales entre este último municipio y Ensenada, los diputados locales que ya se van, dejan la víbora chillando y los ánimos caldeados. Le tocará la segunda parte de este asunto a la legislatura que asume el cargo este fin de semana.