Como ocurre frecuentemente en cada proceso electoral, surgen grupos de claro interés político para conseguir algo, influencia, poder, dinero, espacios de participación política y en gobierno, apoyos económicos, reflector, obtener y ampliar privilegios, etc. Por eso es inevitable mirar con recelo y reserva la aparición del autodenominado “Grupo Minarete”, formado con integrantes de chile, dulce y de manteca, identificados y conocidos por sus intereses. Las críticas no se han hecho esperar, hubo ya quien lo calificó como “Grupo Maruchan”.
José Enrique García Sánchez