Siete años han transcurrido sin que autoridad alguna haya reabierto el expediente sobre los dos motines de la Penitenciaria de Tijuana, y que según testimonios múltiples de policías y servidores públicos, terminó con un saldo de muertos casi triple a la cifra reportada como oficial por el gobierno de José Guadalupe Osuna Millán, y en donde se señaló a Julián Leyzaola Pérez, como el responsable de una jornada de excesos y ejecuciones sin miramiento.
José Enrique García Sánchez