De plano, algo le ocurre al alcalde rosaritense Silvano Abarca Macklis. Innecesariamente abrió otro frente al referirse críticamente al ex jefe policiaco de ese municipio, Francisco Castro Trenti, de quien lo menos que dijo es que nadie le tenía confianza cuando ocupó ese cargo. La respuesta demoledora del aludido no se hizo esperar y lo menos que le dijo fue pendejo. Una respuesta igualmente dura le acababa de dirigir al dirigente del Consejo Coordinador Empresarial Rafael Crosthwaite, por una referencia crítica a la forma en que se manejaron las cosas en el área de seguridad pública durante la pasada administración municipal.
José Enrique García Sánchez