*.- El padre “Ray” rechazó las oportunidades que se le dio de defensa
*.- “Zorruno” dicen religiosos “pedía perdón y luego azuzaba a sus seguidores”
*.- Hasta 250 dólares por bautizos en el “nuevo templo”
El padre Raymundo Figueroa Pérez, ex párroco del Templo del Santísimo Sacramento en la ciudad de Rosarito, podría convertirse de un momento a otro en “cabecilla” de una secta, si persiste en su intención de celebrar Misa y realizar oficios religiosos, cuando se le notifique de su destitución como integrante de la Iglesia Católica Apostólica y Romana.
Esto porque ya sin la investidura sacerdotal, no puede suplantar las actividades y oficios de uno de los pastores de la Iglesia católica y si lo hace, estaría encabezando una secta, por no tener el reconocimiento oficial, según se explicó a Agencia Fronteriza de Noticias de Tijuana.
Esto podría suceder en cualquier momento, ya que el Vaticano está por emitir su sentencia, en virtud de que el “padre desobediente” se ha negado reiteradamente, no sólo a obedecer los mandatos del Arzobispo de la Arquidiócesis local, Monseñor Rafael Romo Muñoz, sino que también rechazó aprovechar las oportunidades que como en todo caso, le ofreció la Iglesia para su propia defensa.
La Dirección General de Asociaciones Religiosas ya notificó la baja como Ministro de Culto al Presbítero Figueroa Pérez, desde el pasado 14 de enero de este año.
Por lo que se refiere al juicio que se sigue a Figueroa dentro de la Iglesia, “Al realizarse el juicio ante el Tribunal Eclesiástico, al padre Figueroa se le ofrecieron los servicios de “defensores de oficio” de la propia institución, para que se encargaran de su caso y los rechazó, pese a que se trata de sacerdotes muy serios y afirmó que llevaría a sus propios defensores, pero esto nunca lo hizo”, dijeron fuentes de la Iglesia a la Agencia.
El Vaticano, al tener conocimiento del caso y los resultados del juicio, sugirió a la Arquidiócesis de Tijuana, tomar una serie de medidas para suavizar la situación y buscar otros caminos de reivindicación del padre “Ray”, sin embargo al observar su contumaz actitud, finalmente adelantó que procedería al paso final que “es la destitución del mencionado, como sacerdote”, se indicó a AFN.
Amenaza el padre “Ray” con provocar escándalos contra la Iglesia
El padre “Ray”, separado como párroco del Templo del Santísimo Sacramento en Rosarito desde el 30 de octubre de 2009, ha transitado de una actitud humilde y sumisa a otra de franco reto y amenazadora, según se reveló.
Desde que en 2009 el Arzobispo lo reprendió y decidió removerlo de la parroquia en Rosarito, por no haber atendido el llamado de la cancelación de las misas del domingo 3 de mayo, por la alerta de la Influenza, el Padre Figueroa ha sostenido pláticas con el Arzobispo y enviado a sus seguidores a entrevistarse con funcionarios de la Arquidiócesis, en audiencias en las que lo mismo se ha mostrado arrepentido que amenazador.
“En las pláticas con el Arzobispo, reconoció su error y aceptó la sanción pidiendo un tiempo para su traslado, ya que necesitaba concluir algunas tareas y se le concedió, sin embargo al regresar a su comunidad solamente informó a sus seguidores que el Arzobispo le había autorizado a continuar, sin revelarles que habría aceptado retirarse de esa parroquia y que había un tiempo límite para esto.
Al concluir ese lapso, el 17 de octubre de 2009, el sacerdote envió a algunos de sus simpatizantes a entrevistarse con el Arzobispo y éstos, en retadora actitud le transmitieron solamente amenazas, no obstante que al solicitar la audiencia afirmaron que llevaban un mensaje de su párroco.
Posteriormente y ya frente al jerarca de la Iglesia católica en Tijuana, el mismo padre Figueroa Pérez amenazó con sacar una lista de supuestas faltas cometidas por otros religiosos, supuestos escándalos sexuales y actuaciones irregulares, según lo confirmó el propio Arzobispo a AFN.
“Sí hizo esas amenazas y no estamos dispuestos a permitir un chantaje, porque si tiene esa información ¿por qué no la hizo del conocimiento de las autoridades superiores? ¿Por qué guardarla para utilizarla en caso de que no se haga lo que él desea? agregó Romo Muñoz.
Una historia antigua
Pero la del padre Figueroa no es una historia reciente ni nace del desacato cometido con la celebración de la Santa Misa del pasado mayo de 2009. Viene de más atrás, prácticamente desde 2002 -según documentos de los que tuvo conocimiento AFN- en que empezaron a manifestarse quejas de algunos feligreses y otros religiosos, tanto de la Diócesis como de Estados Unidos.
Al padre Figueroa se le reconoce una gran habilidad para hacerse de recursos y salir adelante con su tarea, sin embargo, se advierte según los testimonios y pruebas que se tienen, que cayó en la “simonía” o sea el “lucrar con lo sagrado”.
Un ejemplo de los “negocios” que hizo al amparo de la fe, lo demuestra, refirieron las fuentes, la siguiente anécdota: siendo el padre “Ray” cura del Templo “Cristo Resucitado” en la colonia Salvatierra, levantó de “cero”, la parroquia, con donativos que consiguió para tal efecto.
Sin embargo formó su propia “bloquera” para producir el material que requería la Iglesia y se pagaba asimismo por el producto entregado. Además, al no ser especialista en esto, el templo se hizo con bloques que no contaban con la consistencia adecuada, por lo que tuvo que derruirse completo.
Tras ser removido de esa parroquia, antes de ser nombrado en el Santísimo Sacramento, el nuevo cura (en el templo de la Salvatierra) decidió continuar la obra, pero ingenieros especialistas al revisar las instalaciones, le informaron del enorme riesgo que existía por el deficiente material utilizado y concluyeron que todo el edificio tendría que tirarse.
Afortunadamente, se dijo a AFN, cuando ocurrió el temblor del año pasado, que tuvo su epicentro en la zona rural de Mexicali, pero que se resintió hasta Tijuana, el templo estaba ya sin toda la parte superior ni el techo, por lo que no se presentaron desgracias.
Cuando se le cuestionó al respecto respondió que “tuvo que construir de prisa” y trató de deslindarse de responsabilidades.
En otros asuntos, este sacerdote, al no poder celebrar confirmaciones en Tijuana - sacramento que corresponde al Obispo o al padre que éste faculte para tal efecto- se fue a otras diócesis en California, donde no podía realizar oficios sin la autorización del Obispo del área.
Por esto se cobijó -como se dijo en su oportunidad- con un obispo no católico, que resultó ser Hilario Cisneros de Old Catholic Church Corp, lo que levantó quejas de los jerarcas católicos del sur de California, quienes las enviaron por escrito al Arzobispo de Tijuana.
Todavía ahora, el padre Figueroa, sigue cobrando por sus oficios, bajo el argumento que es para construir su nuevo templo, a un lado de la parroquia del Santísimo Sacramento y se tienen testimonios en el sentido de que por un bautizo se está exigiendo la cantidad de $250.00 dólares o su equivalente, cuando la Iglesia Católica tiene un tabulador que indica que lo máximo que se debe solicitar a la gente por este servicio son: 150.00 pesos.
Algo tan grave como lo anterior, se explicó, ha sido el oficiar misa junto con Hilario Cisneros, el obispo no católico del sur de California. A fines de mayo de 2009 lo llevó a celebrar en conjunto con él, a la capilla Santa Cruz y en la sede parroquial del mismo templo de Rosarito.
El 30 de mayo junto con ese mismo hombre y para evadir la autoridad del arzobispo local, realizó confirmaciones en una casa particular de Estados Unidos, donde expidieron boletas de una parroquia identificada como “Nuestra Señora de Guadalupe” de la Diócesis de Tijuana “haciendo falsamente creer que se trata de una celebración católica, auspiciada por la Iglesia local.
Por todo lo anterior y otros asuntos que han sido documentados por la Arquidiócesis, el 16 de noviembre de 2009 el Arzobispo inició la consulta con la Santa Sede para proceder en este asunto, recibiendo instrucciones para proceder.
El 6 de abril, consideradas “agotadas todas las posibilidades de diálogo” la Arquidiócesis abrió el proceso civil para recuperar la Parroquia del Santísimo Sacramento en tanto que el padre recibió una interpelación judicial.
El 30 de abril se decretó canónicamente su suspensión en el Ministerio sacerdotal y el 18 de junio, las autoridades se presentaron en la parroquia, cumpliendo una orden de un juez civil para la entrega del inmueble, que es propiedad de la nación.
El 26 de noviembre las autoridades federales cumplieron una sentencia civil y entregaron el inmueble a la Arquidiócesis; se cambiaron cerraduras, se pusieron sellos y se anunció que permanecería cerrada hasta nuevo aviso.
Por la tarde de esa misma fecha, seguidores del padre Figueroa violentaron cerraduras y sellos e irrumpieron en la Iglesia.
El 3 de marzo de este año, el Ministerio Público determinó que se daba el delito de despojo, razón por la cual se restituyó el inmueble a la Iglesia, en tanto que se remitieron las denuncias ante un juez, por lo que de un momento a otro, podría darse por vez primera, la detención de un sacerdote católico… que está a punto de dejarlo de ser.