TIJUANA BC 15 DE OCTUBRE DE 2012 (AFN).- Semanas antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, aún es incierto cuál candidato lleva la delantera; pues en la víspera del segundo debate presidencial entre el aspirante republicano Mitt Romney y el presidente demócrata Barack Obama, ambos candidatos se encuentran en un virtual empate técnico para ocupar el puesto del favorito entre el electorado estadounidense.
Según una encuesta del diario Washington Post y la cadena televisiva ABC News, un margen de apenas tres puntos porcentuales separan a Obama de Romney; el primero goza de un 49% de aceptación, mientras el segundo cuenta con el voto virtual del 46% de los ciudadanos del vecino país del Norte, y este margen prácticamente no ha sufrido modificación alguna desde el primer encuentro entre los candidatos hace un par de semanas, cuando la abrumadora mayoría de la prensa estadounidense le dio el triunfo del debate al candidato republicano, hasta entonces el menos favorito para llegar a la Casa Blanca.
Desde entonces, partidarios de Mitt Romney han elevado sus opiniones positivas respecto al candidato, expresando menos ansiedad sobre la posibilidad de una administración republicana bajo su mando a partir de enero 2013. Mientras tanto, el apoyo al presidente Obama también se ha fortalecido, aunque sus números son más bajos que cuando compitió por primera vez en la carrera presidencial estadounidense, en 2008, cuando llevaba una ventaja de diez puntos porcentuales sobre su contrincante republicano y senador por Arizona, John McCain.
Sin embargo, un reto para ambos candidatos en estas elecciones es la percepción entre los votantes de que ninguno de los dos será capaz de corregir con rapidez el rumbo de la economía.
Otros temas clave cuyas menciones en los debates (también por la vicepresidencia de Estados Unidos) han sido mínimas, son los derechos de los homosexuales y el matrimonio para parejas del mismo sexo, los derechos reproductivos de la mujer y el derecho al aborto, el cambio climático, el acceso a la vivienda, el empleo y la crisis de la eurozona.
(Con información de The Washington Post y The Atlantic)
