Ciudad de México 15 de diciembre de 2014 (lasillarota.com).- De acuerdo con analistas internacionales, las acusaciones de tráfico de influencias, corrupción y la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa disminuyeron la credibilidad del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
La investigadora para América Latina del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, por sus siglas en inglés), Shannon O'Neil, "el gobierno ha quedado mal parado y no ha encontrado una manera efectiva, proactiva para responder".
Consideró sorprendente que el gobierno federal no haya mostrado suficiente empatía o reconocido la molestia de la población.
"Es muy sorprendente. Cuando algo malo ocurre, usualmente los políticos salen, piden disculpas y responden de una manera fuerte diciendo que van a investigar, que van a hacer algo al respecto. No he visto empatía o un reconocimiento de por qué la gente está molesta", explicó.
En tanto, el analista para América Latina del Instituto Cato, Juan Carlos Hidalgo, consideró que el manejo de la situación en Iguala ha sido desastroso.
Pero el escándalo por el posible tráfico de influencias del Grupo Higa, de Juan Armando Hinojosa, que financió la compra de casas del Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y de la Primera Dama, Angélica Rivera, es distinto porque el gobierno es responsable directo.
"Es la primera vez que a un Presidente en ejercicio se le cuestiona por posible tráfico de influencias y corrupción. Eso es bueno porque estamos ante un nuevo México, pero no sabemos qué pasa en un país cuando a un Presidente se le cuestiona de esa manera", comentó.
Duncan Wood, director del Instituto de México en el Centro Wilson, de Washington, observó que los inversores extranjeros sabían ya de los problemas con la seguridad de los ciudadanos en México.
Ahora, dijo, se muestran preocupados por cuestiones como la transparencia de los contratos, el respeto a la ley y la corrupción.
"Esto se está convirtiendo en una luz roja para muchas empresas", consideró.