*.- Pero todavía es grave
México DF 14 de diciembre de 2014 (kaleydoscopio.mx).- La pobreza ha disminuido en el mundo rápidamente en los últimos tres decenios, pero la humanidad continúa enfrentando desafíos urgentes y complejos, alerta un documento del Banco Mundial.
La cuestión es grave, pues señala que más de 1,000 millones de personas viven en extrema pobreza, situación que es moralmente inaceptable considerando los recursos y la tecnología de que se dispone actualmente.
Al mismo tiempo, el aumento de la desigualdad y la exclusión social parece acompañar la creciente prosperidad en muchos países.
En estas circunstancias, la misión principal del Banco Mundial de lograr un mundo sin pobreza es tan relevante hoy como lo ha sido siempre.
Es por eso que el Banco ha establecido objetivos ambiciosos, pero realizables para impulsar los esfuerzos internacionales y nacionales destinados a poner fin a la pobreza extrema a nivel mundial en el curso de una generación y promover la “prosperidad compartida”, es decir un aumento sostenible del bienestar de los sectores más pobres de la sociedad.
Esta segunda meta refleja el hecho de que todos los países aspiran a lograr mejores condiciones de vida para todos sus ciudadanos, no solo para los ya privilegiados.
Para terminar con la pobreza extrema, el objetivo del Banco es reducir el porcentaje de personas que subsisten con menos de 1.25 dólares al día, 3% menos para 2030.
Para promover la prosperidad compartida, el objetivo es fomentar el crecimiento de los ingresos del 40% más pobre de la población de cada país.
En septiembre de 2014, el Grupo del Banco Mundial y los gobiernos de Canadá, Noruega y Estados Unidos anunciaron la creación de un Servicio Mundial de Financiamiento (SMF) con el objeto de movilizar el apoyo para los planes de los países en desarrollo orientados a acelerar los avances relacionados con la salud y poner fin, para el año 2030, a las muertes maternas e infantiles.
La formulación del SMF, en apoyo de la iniciativa Cada Madre, Cada Niño, se está llevando a cabo en estrecha colaboración con un amplio espectro de partes interesadas, incluidos los países asociados; los organismos que integran la Iniciativa Salud 4+ (el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, el Fondo de Población de las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA, la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres y el Grupo del Banco Mundial); organizaciones de la sociedad civil; asociados bilaterales y multilaterales en la tarea del desarrollo; fundaciones; el sector privado y otras entidades que trabajan en las áreas de salud reproductiva, materna, neonatal, infantil y de los adolescentes.
Mediante el SMF se respaldarán los esfuerzos de los países para movilizar los recursos adicionales, tanto internos como internacionales, necesarios para ampliar y mantener servicios de salud esenciales para mujeres, niños y adolescentes.
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