Guerrero 27 de noviembre de 2014 (lasillarota.com).- “No hay expedientes de los 43”, esa fue la respuesta de los autoridades escolares de la normal de Ayotzinapa a los agentes de la Procuraduría General de la República que solicitaron los 43 expedientes de los estudiantes desaparecidos en Iguala desde el pasado 26 de septiembre.
Fuentes de PGR informaron a La Silla Rota que se pidió revisar en los archivos la identidad de los 43 jóvenes normalistas. La respuesta fue la misma, sólo se tenían expedientes de 38. Días después se obtuvieron dos fotos más a través de redes sociales. Pero aún faltan tres fotografías.
La lógica se rompió. Todo el tiempo se habló de 43 normalistas, pero la Normal no tenía 43 expedientes académicos.
Con esta inconsistencia comenzaría a trabajar la PGR en la localización de los 43 desaparecidos. Ya era octubre.
La PGR también recurrió al Instituto Nacional Electoral (INE) y solicitó los datos de las credenciales para votar de los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa.
De nuevo hubo sorpresa. No hubo plásticos de 6 nombres, los mismos, aseguran versiones de la PGR, de los que tampoco hay expedientes en Ayotzinapa.
Un tercer dato, a las reuniones con la PGR únicamente han asistido 37 familias de los normalistas.
Los misterios
Una investigación de La Silla Rota confirmó que en la integración de los expedientes de los normalistas desaparecidos hubo problemas para conseguir fotografías de tres normalistas, las de Israel Caballero Sánchez y Abelardo Vázquez Peniten ambos de primer grado, y la de Bernardo Flores Alcaraz de segundo año, por lo que se utilizaron las de sus redes sociales y de otros archivos.
Además uno de estos tres alumnos con este problema apareció en la lista de los normalistas muertos de Ayotzinapa durante el ataque de los policías municipales, días después su nombre figuró en la lista de los 43 estudiantes desaparecidos. Se trata del joven Bernardo Flores Alcaraz.
El vaivén de nombres y fotografías, la magnitud del acontecimiento y la cantidad de personas “no localizadas” provocó un caos informativo, y aunque los datos se han ido ajustando, todavía persiste hasta el día de hoy.
La incógnita
Después del ‘levantón’ de normalistas de Ayotzinapa por parte de elementos de las corporaciones municipales de Iguala y Cocula, la información comenzó a fluir y con ella las dudas.
Horas después del ataque, en una breve conferencia de prensa, un integrante del Frente Unido de Normalistas del Estado de Guerrero (Funpeg) señaló que policías municipales mataron a un estudiante de Ayotzinapa, hirieron a otro y que al menos 20 alumnos habían sido detenidos.
Dijo que "cuando los compañeros fueron atacados por la policía en Iguala, estaban recabando recursos para la actividad que se realizará el próximo 2 de octubre".
En el encuentro con los medios de comunicación identificó a Bernardo Flores Alcaraz, como el normalista que perdió la vida.
El 27 de septiembre, la Procuraduría General de Justicia de Guerrero emitió un boletín de prensa en el que indicó que seis personas perdieron la vida y 17 más resultaran lesionadas en tres ataques en Iguala y uno más sobre la carretera a Chilpancingo.
El documento describe el ataque y revela tres nombres de las personas que perdieron la vida:
“…el Ministerio Público recibió el reporte de que sobre el Periférico Norte, a la altura de la negociación (sic) con razón social “Bodega Aurrera” y Petróleos Mexicanos (Pemex) se encontraba un autobús con normalistas, trasladándose a dicho lugar el personal de actuaciones, localizando a su arribo tres autobuses, dos de la línea Costa Line y uno de la empresa Estrella de Oro, una camioneta marca Nissan, tipo Urvan, un vehículo Chevrolet, tipo Chevy, un vehículo marca Volkswagen, tipo Pointer, una camioneta y una motocicleta, todos con impactos de arma de fuego, al parecer del calibre .223” (AR-15), toda vez que en el lugar fueron localizados casquillos percutidos de dicho calibre; además, se dio fe de los cuerpos sin vida de dos personas del sexo masculino que a decir de otros normalistas, pertenecen a dicha institución educativa; sin embargo, aún no han sido identificados oficialmente”, refiere el documento.
“Posteriormente, cerca de las 24:00 horas, se registró otra agresión de sujetos armados contra diversos automovilistas que se desplazaban sobre la carretera federal Iguala – Chilpancingo, a la altura del crucero de la localidad de Santa Teresa, municipio de Iguala de la Independencia, en la que resultó afectado un autobús de la empresa Castro Tours, en la que viajaban integrantes del equipo de futbol Avispones de Chilpancingo y dos taxis del servicio público, perdiendo la vida el menor David Josué García Evangelista (futbolista) y una mujer de nombre Blanca Montiel Sánchez, resultando herido de gravedad una persona más de nombre Víctor Manuel Lugo Ortiz (chofer de los futbolistas), siendo trasladado a un nosocomio para recibir atención médica, donde momentos después perdiera la vida. En igual forma, en este evento fueron asegurados casquillos percutidos calibre .223” (AR-15)”, refiere.
“Aproximadamente a las 11:00 horas del 27 de septiembre, elementos del Ejército Mexicano hicieron del conocimiento a la Representación Social que se encontró el cuerpo de una persona del sexo masculino sobre la avenida Periférico Norte, a la altura de la empresa con razón social “Coca Cola”, el cual estaba desollado y permanece en calidad de desconocido”, agregó el boletín informativo de la dependencia estatal.
En la versión oficial no figura el nombre de Bernardo Flores Alcaraz.
En la nota “Matan policías a alumno de Ayotzinapa” publicada el 27 de septiembre en el periódico Reforma el reportero Jesús Guerrero publicó: “El occiso fue identificado como Bernardo Flores Alcaraz”.
El Centro de Análisis e Investigación Fundar publicó en su portal de internet los nombre de dos normalistas que murieron.
“El saldo de los eventos fue de dos estudiantes muertos, Daniel Solís Gallardo y un estudiante de primer año de licenciatura bilingüe que no ha sido aún identificado por sus familiares; además de cinco estudiantes heridos graves y dos los profesores que se encontraban ahí.
“A las 16.00 hrs., estando los estudiantes en la Fiscalía dando seguimiento a las denuncia, el Ministerio Público les informó que a tres cuadras de donde ocurrieron los hechos se encontró el cadáver de un estudiante con visibles huellas de tortura, sin ojos y desollado del rostro; después de ser identificado por sus compañeros, éstos constataron que se trataba de Julio César Fuentes Mondragón”.
El 28 de septiembre se interpuso una denuncia por la desaparición de personas, en agravio de 57 estudiantes de Ayotzinapa, que quedó radicada bajo la averiguación previa VRA/03/2385/2014 en la PGJE en Chilpancingo.
Hasta el 29 de septiembre había tres normalistas muertos, organizaciones civiles y medios de comunicación difundieron también tres nombres pero oficialmente una de las víctimas permanecía en calidad de desconocida en el Servicio Médico Forense. Después fue identificada por sus padres y compañeros como Julio César Ramírez Nava.
El nombre de Bernardo Flores Alcaraz desapareció de la lista de estudiantes muertos.
Oficialmente quedaron los nombres de Daniel Solís Gallardo, Julio Cesar Fuentes Mondragón y Julio César Ramírez Nava, como los jóvenes que perdieron la vida en Iguala.
¿43 o 38 normalistas?
El domingo 28 de septiembre la procuraduría de Guerrero emitió un comunicado de prensa donde informa que recibió una denuncia “vinculada a los hechos acontecidos la noche del pasado 26 de septiembre y las primeras horas del 27 de septiembre en la ciudad de Iguala de la Independencia, a través de la cual se hace del conocimiento que al momento se ignora el paradero de 57 estudiantes de la escuela normal rural Raúl Isidro Burgos”.
La dependencia publicó los nombres de 57 estudiantes. En la lista de los normalistas no aparece el nombre ni la fotografía de Bernardo Flores Alcaraz, y si aparecen los datos de Julio César Ramírez Nava.
En conferencia de prensa el 30 de septiembre el procurador de Guerrero Iñaki Blanco informó que fueron localizados 14 de los 57 normalistas reportados como desaparecidos y dio sus nombres.
Estos 14 jóvenes localizados aparecen en la primera lista de los 57 desaparecidos difundida un día antes por la procuraduría, con los que el número de normalistas desaparecidos llegó a 43 estudiantes no localizados. El nombre deBernardo Flores Alcaraz no aparecía en la lista de los estudiantes muertos, desaparecidos ni localizados.
El 1 de octubre el secretario de Salud, Lázaro Mazon Alonso, informó que la noche del martes 30 de septiembre fueron localizados otros cinco estudiantes de los 43 que quedaban como desaparecidos, por lo que sumaban ya 19 los alumnos localizados y 38 continuaban sin conocer su paradero.
La información se publicó en la nota “Aparecen 5 normalistas más, reporta secretario de salud de Guerrero” en el sitio de internet del periódico El Financiero firmada por el corresponsal Enrique Villagómez.
El mismo día en la normal rural de Ayotzinapa, Dario Ángel García y Fernando Galeana, señalaron que en el ataque de Iguala murieron cuatro de sus compañeros y que había 38 los jóvenes desparecidos.
De esta información dio cuenta Laura Poy Solano reportera de La Jornada en la nota “Piden estudiantes de Ayotzinapa esclarecimiento de ataque contra compañeros”.
Estas declaraciones de los normalistas coincide con el número de nombres de estudiantes muertos que habían trascendido: Daniel Solís Gallardo, Julio Cesar Fuentes Mondragón, Julio César Ramírez Nava y el primero que fue difundido Bernardo Flores Alcaraz.
Sin embargo, el 1 de octubre el gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, anunció que su administración ofrecía un millón de pesos a quien brindará información para localizar a los 43 jóvenes desaparecidos. En esta lista apareció por primera vez el nombre de Bernardo Flores Alcaraz pero sin fotografía de su rostro.
El periódico El Sur, de Guerrero, publicó el 2 de octubre la nota “Se suman a la búsqueda de los normalistas, 300 soldados, marinos y policías federales con nueve padres y ONG” del reportero Alejandro Guerrero donde señala que la cifra de desaparecidos que maneja el gobierno del estado es de 43, pero los estudiantes reconocen 38 desaparecidos.
En la nota hace referencia a Uriel Alonso Solís, integrante del comité estudiantil de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, quien informó que 19 de los 57 estudiantes desaparecidos se habrían comunicado a la escuela para decir que estaban bien en sus casas, por lo que tenían 38 desaparecidos.
Ni Lázaro Mazón ni normalistas revelaron los nombres de los cinco jóvenes que supuestamente se comunicaron a la escuela y con lo que sumaban 19 alumnos encontrados y 38 desaparecidos.
El abogado del Centro de Defensa de los Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Vidulfo Rosales Sierra, reconoció que primero se buscaron 57 a normalistas, de esa lista había un nombre duplicado y que se agregó a un estudiante más como desparecido, el cual se creyó que estaba con su familia.
“Hay dificultades en los primeros días, estamos hablando del día 28, 29, hasta 30 todavía tenemos dificultades para reagrupar a los estudiantes. Todos los de primer año que estuvieron en los hechos, es difícil poder reagruparlos, porque muchos de los sobrevivientes se fueron a sus casas, el recuento estaba siendo difícil. Entonces el primer recuento que tenemos es de 57 estudiantes desparecidos, incluso la denuncia penal que se interpone en la Procuraduría General de Justicia de Guerrero es con ese número y como prueba se dan los expedientes escolares de ellos, en los que aparecen sus certificados y boletas, y esas son las fotos que hoy están circulando”, afirmó el abogado.
Sin embargo, en el primer cartel que se difundió con los nombres y rostros de los 57 normalistas no aparecen las fotografías de Israel Caballero Sánchez, Abelardo Vázquez Peniten y Benjamín Acergo Bautista, sólo siluetas negras.
Indicó que hasta el día 30 de septiembre se tuvo el número exacto de normalistas desaparecidos y que hubo dificultad para reconocer el cuerpo de Julio César Ramírez Nava, además un nombre estaba duplicado en la lista de los 57 estudiantes.
“Se quieta a Julio César Ramírez Nava, aparecía en la lista de los desaparecidos. Nos damos cuenta que hay otro nombre que aparece repetido, quitamos ese nombre. Se empieza a verificar más nombres y resulta que además de los dos hay otro 11 compañeros que están ellos en sus casas o ahí mismo en la escuela, es ahí donde se acota la lista a 43 compañeros”, aclaró Vidulfo Rosales.
El nombre duplicado era el de Benjamín Ascensio Bautista, quien también aparecía en la lista de los 57 también como Benjamín Acergo Bautista. La duda es cómo entregó ese expediente en la averiguación a la procuraduría, o bien, si hubo expedientes incompletos.
En el primer cartel de los 57 desaparecidos y en el segundo donde se ofrece la recompensa de un millón de pesos por información que lleve al paradero de 43 normalistas no se reproducen las fotografías de Israel Caballero Sánchez y Abelardo Vázquez Peniten sólo una silueta negra. El nombre de Bernardo Flores Alcaraz, aparece por primera vez en la lista de los desaparecidos y tampoco se divulgó una imagen.
Al ser cuestionado sobre la declaración de Uriel Alonso Solís, integrante del comité estudiantil de la normal de Ayotzinapa, de que sólo 38 normalistas estaban desaparecidos, el defensor Vidulfo Rosales explicó:
“Hay dificultades para bajar la información a los delegados nacionales, Uriel es delegado nacional, y bueno hace declaraciones de que son 38 no 43, ya después se habría hecho la corrección correspondiente, ya se había bajado la información a los delegados nacionales de Ayotzinapa y a toda la estructura organizativa estudiantil ya con la información correcta de 43 compañeros”.
Es inquietante que Uriel Alonso Solís, teniendo contacto directo en la normal de Ayotzinapa haya realizado declaraciones sin confirmar los datos y sin consultarlo con la estructura del comité estudiantil.
Además está la declaración pública del entonces secretario de Salud de Guerrero, Lázaro Mazón, con información directa del gobierno, quien dijo que ya habían localizado a 19 de los 57 estudiantes y que sólo había 38 desaparecidos.
Una fuente al interior de la Procuraduría General de la República reveló a La Silla Rota que a las reuniones de trabajo sólo han asistido 37 familias de los normalistas de Ayotzinapa.
Se le preguntó al abogado Vidulfo Rosales el número de familias que asisten a las reuniones con las dependencias federales y reconoció que “nunca se han reunido las 43 familias” aunque todas trabajan en la localización de los jóvenes.
“Las 43 familias están en la búsqueda permanente no habría razón por la que seis familias no están en la búsqueda. Se mantiene un número de 38 padres de familia normalmente, tu vas a encontrar en la Normal, 35, 36, 37, 38, nunca hemos tenido nosotros a las 43 familias, pero no queremos que esto se preste a malos manejos, ustedes los medios o quien quiera, cuándo quiera el gobierno puede ir ver a los 43 padres de familia. Normalmente no están todos, tu entenderás que algunos tienen más hijos y actividades que atender en su casa, entonces normalmente unos se van, otros vienen, pero siempre tenemos un número de 38, 37, ahí oscila el número, excepto cuando hay una acción muy concreta en la que se requiere la presencia de la totalidad de los padres por alguna acción legal que se vaya a hacer o alguna cosa”, explicó.
Las siluetas negras
Tanto Israel Caballero Sánchez como Abelardo Vázquez Peniten, ambos estudiantes de primer año aparecieron en la primera lista de los 57 desaparecidos tras el ataque armado de la policía municipal en Iguala, y desde que se inició la averiguación previa VRA/03/2385/2014 los espacios en los recuadro del cartel tienen una silueta masculina negra.
Cuando la lista de normalistas desaparecidos se ajustó a 43 estudiantes, continuaron las siluetas negras porque en la normal de Ayotzinapa no había fotografías de ellos dos.
Una situación extraña ya que desde el primer cartel existieron fotografías de los otros 54 compañeros que se inscribieron en los mismos días y con la misma documentación.
Con el paso de los días se conocieron los dos rostros de los jóvenes desaparecidos. De Abelardo Vázquez Peniten,originario de Atliaca, Guerrero, se utilizó una imagen de un grado académico anterior a la normal de Ayotzinapa por lo que en la fotografía aparece con saco y corbata.
Abelardo Vázquez Peniten forma parte de la Casa del Activista en Ayotzinapa, un espacio dentro de la normal donde los jóvenes son preparados “política e ideológicamente" y se les enseña "cómo dar argumentos ante quien sea con bases y fundamentos".
Israel Caballero Sánchez también es oriundo de Atliaca. No había fotografía de él en la normal de Ayotzinapa, aportaron una fotografía días después y por eso es el único retrato a color.
“De ellos (Israel Caballero Sánchez y Abelardo Vázquez Peniten) no se obtuvo fotografía, ellos así figuran desde el inicio. Se aportaron después, en un principio no había”, reconoció el abogado del Centro de Defensa de los Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Vidulfo Rosales Sierra.
La ‘selfie’ del facebook
Bernardo Flores Alcaraz es el único alumno de segundo año de los 43 normalistas desaparecidos. Iba a cargo del tercer autobús, pertenece a la “cartera de orden y lucha” dentro del comité estudiantil de Ayotzinapa.
Su nombre fue el primero en aparecer en la lista de normalistas que perdieron la vida en Iguala, de ello dio cuenta el corresponsal del periódico Reforma el 27 de septiembre. Después su nombre se esfumó y no apareció en esa lista ni en la de los 57 jóvenes desaparecidos.
“Bernardo Flores Alcaraz no aparecía en la lista de los desaparecidos, él no estaba ahí, ya hasta que se comienza a corroborar con los compañeros y sus propios padres. Muchos creían que Bernardo ya estaba en casa o era de los que se había logrado reagrupar, pero ya después sus padres dice ‘es que nuestro hijo no está en casa’; en la normal tampoco estaba, entonces se hace el rastreo de él y se verifica que efectivamente Bernardo Flores Alcaraz iba en el tercer camión, y todos los que iban en el tercer camión están desaparecidos, entonces se agrega su nombre a la lista (de desaparecidos)”, expuso Vidulfo Rosales.
Si el joven normalista ocupaba un lugar importante y visible en la organización estudiantil que encabezó la movilización a Iguala, despierta suspicacias porqué no lo intentaron localizar antes o comunicarse con él y lo hicieron hasta cuatro días después.
El nombre de Bernardo Flores Alcaraz aparece cuando se reduce a 43 el número de desaparecidos, sin embargo, no hay fotografía de su rostro a pesar de ya tener más de un año estudiando en la normal de Ayotzinapa.
“Su fotografía no fue dado a conocer, no se presentó en la lista inicial de la procuraduría de Guerrero, esos carteles, esas fotos que hoy andan circulando, fue la que los estudiantes presentaron con toda la documentación y toda la denuncia en la Procuraduría General de Justicia de Guerrero”, explicó Vidulfo Rosales.
La única fotografía de Bernardo Flores Alcaraz que se conoce y se reproduce en los carteles y las mantas tanto del gobierno como de las organizaciones civiles es una ‘selfie’ que se tomó el 14 de febrero de 2014 en un sanitario donde lleva una playera roja y que se obtuvo de su perfil del facebook. No hay fotografía en el expediente de la normal de Ayotzinapa.
En su red social los apellidos tienen otro orden, aparece como Bernardo Alcaraz Flores (https://www.facebook.com/bernardo.alcaraz.921?ref=ts&fref=ts). En el perfil de su hermana Odet, el apellido Alcaraz aparece también al principio.
En un álbum de facebook se muestran fotografías de la normal de Ayotzinapa de diciembre de 2013 –de los dormitorios y el campo de flores de terciopelo-, así como su participación en la marcha del 2 de octubre en la Ciudad de México. Subió una fotografía el 22 de marzo de “mis compas mas chidos de la normal”.
El misterio está en porqué no tenían una fotografía en su expediente si era un estudiante y comenzaba el segundo año de su formación.
