El Triángulo Norte de América Central (Guatemala, Honduras y El Salvador) es un territorio de violencia, en esas naciones ocurren 5.5 veces más homicidios que en Perú y 56 veces más que en los países nórdicos, según un estudio hecho por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por sus siglas en inglés).
La mayoría de las víctimas –y victimarios- son jóvenes varones de entre 14 y 29 años, y mayoritariamente de bajos recursos.
En Honduras, 48% de las víctimas de homicidio entre 2010 y 2012 tenía entre 15 y 29 años. En El Salvador, el promedio de ejecuciones durante el primer semestre de 2014 fue de 10 por jornada. Al menos 36 de ellos tenían 14 años o menos.
La violencia no sólo conlleva las consecuencias de miles de pérdidas humanas, también empuja a los menores a fugarse en busca de un futuro promisorio en Estados Unidos.
Más de 11,000 niños de El Salvador fueron detenidos en la frontera de EU. Una paradoja, si se toma en cuenta que tanto la MS13 como la Barrio 18 -las pandillas más peligrosas del país- nacieron justamente en la ciudad norteamericana de Los Ángeles, uno de los principales destinos de los migrantes.
Se calcula que 67% de los jóvenes en edad laboral de Honduras, Guatemala y El Salvador deja sus países, y que esto cuesta a los gobiernos un estimado de 80,000 millones de dólares, tanto por fuga de cerebros como por los costos de repatriación.
Kaleydoscopio (www.kaleydoscopio.mx)