La obesidad es azote de los mexicanos, 70% de los adultos mexicanos de entre 20 y 60 años padece sobrepeso y 30% piensa que andar pasado de kilos es normal, revela la Encuesta Nacional de Salud.
En el mapeo de la gordura nacional hay que distinguir, pues no todos los pasados de peso son iguales.
“Si lo fueran, las recetas para adelgazar (dietas, ejercicios y fármacos) tendrían un efecto similar, pero a unos les funciona y a otros no”, cuenta Gerardo Leija Alva, psicólogo de la UNAM e integrante de un proyecto del Instituto Politécnico Nacional (IPN) sobre estrategias contra la obesidad.
La acciones para cambiar hábitos alimenticios proporcionadas en la Clínica de Control de Peso (CCP) de la Escuela Superior de Medicina del IPN permitieron a los participantes bajar de cuatro a seis kilogramos en tres meses.
“Algunos bajaron menos, otros no lo hicieron y unos, inclusive, subieron”, precisa Leija, quien pregunta: ¿Por qué estos programas no son efectivos para todos? Quizá porque no basta con cambiar los hábitos alimenticios ni los fármacos para acelerar el metabolismo, planteó.
La hipótesis de Leija es que hay componentes psicosociales que limitan los alcances de estos programas.
En Europa personas que han padecido acoso laboral o maltrato infantil son más propensos a ser obesos.
Un estudio realizado por Carlos Contreras, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana, y Gerardo Leija, reveló que una de las causas del sobrepeso es “es vivir eventos adversos y no tener capacidad de superarlos”.
Kaleydoscopio (www.kaleydoscopio.mx)