México DF 13 de octubre de 2014 (lasillarota.com).- Casi mil 800 días han pasado desde que Raúl Plascencia Villanueva asumió el cargo de presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

En este tiempo prácticamente se duplicaron los recursos del organismo (889 millones en 2010-mil 416 millones para 2014), sin embargo, el aumento millonario no ha derivado en recomendaciones o informes especiales que incidan en políticas efectivas en materia de defensa de los derechos humanos, coinciden especialistas.

En la antesala del término de su gestión (su periodo termina el próximo 15 de noviembre) el académico tijuanense se encuentra en medio de las críticas de expertos, activistas y políticos que señalan una "crisis de derechos humanos" en el país.

Raul Plascencia Villanueva anda de "queda bien", es uno de los comentarios más comunes de las últimas semanas entre el personal que labora en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

A poco menos de un mes de que se conozca si es reelegido o no para estar otros cinco años al frente de la CNDH, Plascencia recibe preseas e inaugura bustos, auditorios y cátedras en su honor.

De mayo a septiembre, el ombudsman ha recibido cuatro reconocimientos: en mayo la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) le entregó el Doctorado Honoris Causa; en ese mismo mes Villanueva viajó a Taiwán para ser condecorado con la Medalla de Primer Grado del Control Yuan, del gobierno de dicho país.

En julio, el Ayuntamiento de Tijuana —de donde es originario— y organismos civiles entregaron el reconocimiento “Tijuanense distinguido”; mientras que el Colegio de Abogados de Tijuana le otorgó la Medalla Mariano Otero "por su trayectoria académica y ser una persona ejemplar".

Y recibió también el reconocimiento más importante, el presidencial. En marzo de este año, durante la presentación de su informe 2013, Enrique Peña Nieto aplaudió los "avances" en materia de derechos humanos que se han tenido en el país y que han derivado en la disminución de quejas en materia de violaciones.

Lo anterior, en medio de situaciones como la desaparición de 43 jóvenes normalistas de Guerrero a manos de policías municipales, la represión policiaca contra manifestantes en Puebla y de casos como el de Tlatlaya, donde fallecieron 22 civiles, de los cuales 14 murieron en un tiroteo con militares, y otros ocho, que se habían rendido, fueron ejecutados por tres soldados.

VILLANUEVA, PERSONAJE CÓMODO AL PODER
En este sentido Miguel Moguel, especialista en temas de derechos humanos del Centro de Análisis e Investigación Fundar, asegura que la falta más grave de la CNDH es estar lejos de la ciudadanía.

"En muchos casos las víctimas han sido defraudadas por un organismo que le da un trato político al tema de los derechos humanos", lamenta.

De 2010 a 2013, desde la oficina de Raúl Plascencia Villanueva se emitieron al menos 360 recomendaciones generales y una recomendación a distintas autoridades por violaciones graves a los Derechos Humanos.

"Han hecho recomendaciones pero no han sido suficientes para transformar la parte estructural en términos de los derechos humanos. Nos parece que es preocupante que no acompañen ni el reclamo de las víctimas, ni el de las propias organizaciones", asegura el experto.

Otro aspecto en el centro de las críticas es el de los millonarios recursos con los que cuenta el organismo descentralizado. Durante la administración de Raul Plascencia, los recursos económicos para la CNDH prácticamente se han duplicado, al pasar de 889 millones en 2010 a mil 416 millones para 2014.

Si se toma en cuenta el presupuesto total entre 2010 y 2013 (cuatro mil 645 millones de pesos) y el número total de recomendaciones en el mismo periodo (360) se concluye que cada una costó 13 millones de pesos en promedio.

"El tema presupuestal ha sido una discusión muy grave ¿Qué es lo que hacen con ese presupuesto? Empieza a saltar la evidencia de que el uso ha sido ineficaz", asegura Moguel Valdés.

UNA CNDH CON DIENTES... DE LECHE
Edgar Cortez, investigador del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), asegura que la CNDH se ha quedado corta en el uso de sus facultades.
"Las recomendaciones se han reducido a un simple mecanismo formal, la CNDH está facultada para dar seguimiento a una recomendación que llegue hasta la sanción judicial de un funcionario, sin embargo no lo hace. Cuando el Ministerio Público le notifica que se inicia una averiguación por tal o cual caso, la Comisión da por cumplido su trabajo", asegura Cortez.

A raíz de la reforma en materia de derechos humanos de 2011, la CNDH cuenta con facultades como emitir recomendaciones y darles seguimiento, elaborar de oficio informes especiales por violaciones graves, plantear política preventiva y hasta citar a comparecer a funcionarios señalados por vulnerar los derechos humanos.

"La CNDH desde hace varios años viene diciendo en sus informes anuales que una de las instituciones que más quejas y recomendaciones tienen son las de salud. La gran pregunta es si tienes tantos años detectando que hay un problema ¿por qué no ha planteado una recomendación general que proponga una política en salud para estas instituciones?", cuestiona.

Ambos especialistas coinciden en que a 22 años de su nacimiento, la Comisión siga siendo un puesto político.

"La CNDH le da prioridad a asuntos a aquellos casos que están en el candelero público. Muchos otros tienen trato de desatención y dilación. Quienes han estado al frente ven la figura del ombudsman como una etapa de su carrera política", afirma Cortez.

Por su parte, el investigador de Fundar, Miguel Moguel asegura que es preocupante que "lejos de ser incomodo al poder, Raul Plascencia es más un aliado político. Y también preocupa que de ser reelecto, se de continuidad a esta lógica otros cinco años más".

Y es que en casos emblemáticos de violaciones graves a los derechos humanos, la CNDH “ha defraudado a la ciudadanía”, asegura.

"Problemas gravísimos como el de San Fernando Tamaulipas, donde no tenemos una línea de investigación clara y no tenemos a nadie sancionado. En el caso de Puebla y la Ley bala, hace una investigación tardía, que deriva en una recomendación que ni siquiera toca al gobernador Rafael Moreno Valle; en Tlatlaya, Raúl Plascencia se adelantó a decir que los muertos fueron resultado de un enfrentamiento", puntualiza.

PREOCUPA EN EL SENADO
Angélica de la Peña, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos en el Senado, encargada del proceso para la elección de un nuevo ombudsman o la reelección de Plascencia, no titubea en señalar que el país vive una crisis en la materia.

"El cambio tendría que darse de manera estructural y de fondo en la CNDH que tiene un presupuesto muy importante y por lo tanto pareciera que la defensa de los derechos humanos sobre todo cuando son quebrantados de manera grave, la inquietud es que no correspondería al quehacer que emprende", asegura.

En este sentido, afirmó la legisladora del PRD, se requiere de nuevo perfil para dirigir a la CNDH.

"Necesitamos ponderar criterios comparados con los estándares internacionales que deben caracterizar a un ombudsman, que tenga conocimiento de derecho internacional y en lo concreto la defensa de los derechos humanos de niños y jóvenes", afirma.
"No estoy satisfecha, sólo tenemos que observar lo que hemos visto en las últimas semanas para saber que no podemos estar satisfechos con la defensa de los derechos humanos en el país", sentencia.

Lucero Saldaña, senadora del PRI e integrante de la misma comisión, asegura que en la coyuntura que vive el país se necesita una actuación más efectiva por parte del ombudsman.

"Necesitamos una actuación más pronta, más inmediata sobre todo en los Estados. Han habido avances en capacitación y en asesoría, pero ante la situación que prevalece en el país requerimos de una actuación más oportuna", señala.

La senadora tricolor agrega que, sin embargo, la defensa de los derechos humanos en el país es un trabajo que se debe fortalecer desde la sociedad civil y desde los gobiernos, quienes deben respetar su cumplimiento.

Por un lado se necesita mayor consciencia de que se debe respetar la ley, debe haber justicia y por otro lado se necesita una actividad más grande de la sociedad civil", finalizó.

La Silla Rota buscó una entrevista con Raul Plascencia Villanueva para hablar sobre el tema. El área de comunicación social de la CNDH informó que ésta no se podría llevar a cabo por motivos de agenda que hasta el cierre de esta edición seguirá saturada.

También prometió devolver la llamada otra integrante de la Comisión de derechos humanos del Senado, la panista Mariana Gómez del Campo, quien en la primera elección de Villanueva fue una de las más activas en contra de que Emilio Álvarez Icaza fuera el titular del organismo.