México DF 12 de octubre de 2014 (lasillarota.com).- Un moño negro colgado en la puerta de la Sala de Cabildo revela el luto del gobierno de Iguala por la muerte de Justino Carvajal Salgado, síndico administrador. Fue un crimen atroz perpetrado el 8 de marzo de 2013.
Desde esa fecha, transcurrieron 11 semanas cuando se escucharon las pisadas fuertes de sus zapatillas contra el suelo para atraer las miradas. Sabe de su belleza y quiere que la admiren; sabe de su poder, y quiere que la reconozcan. Ella es bonita y lleva un nombre angelical. Infunde respeto a la buena y a la mala, es María de los Ángeles, es Pineda y es de Abarca.
Y como reza el dicho popular ‘lo que se ve no se juzga’, ella hizo visible su poder en la presidencia municipal de Iguala, por ejemplo, al instalar su oficina del DIF en pleno palacio de gobierno y no en las instalaciones de bulevar Heroico Colegio Militar como las anteriores primeras damas. Ella también era la presidenta y tenía que estar junto al presidente. Eligió oficina y se instaló en la que tenía vista a la plaza cívica Tres Guerras. Su esposo, el alcalde José Luis Abarca Velázquez, le cumplió su capricho.
Con un vestido blanco que dejaba al descubierto sus hombros y discretos accesorios en azul turquesa para completar el atuendo ingresó al recinto no sin antes mirar de reojo a los asistentes. Había lealtades temporales (esas que se adquieren cuando obsequias favores) y adversarios de ocasión (esos que se resisten a alinearse porque quieren más y más).
Estaba enojada porque desde hace unas semanas no la dejaban ocupar el sitio que ella había elegido y tomado en las sesiones de cabildo, el que reflejaba su verdadero lugar en el espectro político de Iguala, atrás de su esposo, atrás del poder.
María de los Ángeles colocaba una silla justo en el espacio disponible entre el cuadro de Benito Juárez colgado de la pared y el asiento del presidente municipal.
Por culpa de algunos regidores ‘liosos’ que cuestionaron su posición durante las discusiones ahora tenía que ir a una mesa alterna, jamás entre el público asistente.
Estaban en reunión los doce regidores, los dos síndicos, el secretario general de gobierno y el presidente municipal -su esposo-.
Esa sesión, abierta al público, se esperaba ríspida porque había gente de la Unión Popular, entre ellos uno de sus líderes, Arturo Hernández Cardona, quien además es esposo de la regidora de Desarrollo Rural, Sofía Lorena Mendoza Martínez.
María de los Ángeles Pineda de Abarca tenía presente que Arturo Hernández Cardona encabezaba protestas para presionar a José Luis Abarcar a aprobar algunas obras en algunas colonias. Hernández Cardona le llevó gritones afuera de la presidencia.
Pero no era todo, Arturo Hernández Cardona había protagonizado un pleito verbal de insultos y de acusaciones con el síndico administrador, Justino Carvajal Salgado, en una reunión pública semanas atrás.
-Eres un delincuente Justino, eres un secuestrador Justino. Le gritó Hernández Cardona.
-Tranquilo, cálmate Cardona, no es cierto. Respondió.
-Sí, eres un delincuente.
Días después Justino Carvajal Salgado fue asesinado a balazos en el cubo de la escalera en la casa de su madre Naborina, en la calle Zaragoza pleno centro de Iguala. Justino era sobrino del ex alcalde de Acapulco y candidato a la gubernatura de Guerrero, Félix Salgado Macedonio. Su lugar dentro del gobierno ahora lo ocupa Óscar Antonio Chávez Pineda, quien quedó al frente de Iguala.
Ese episodio ronda en la mente de más de uno, el moño negro lo recordaba.
(Discusión entre María de los Ángeles Pineda de Abarca y el líder de la Unión de Pueblos asesinado, Arturo Hernández Cardona)
Hace año José Luis Abarca Velázquez y Arturo Hernández Cardona iban juntos, brazo con brazo, en la elección. Ambos se necesitaban, los intereses políticos los amalgamaban.
José Luis Abarca Velázquez requería el apoyo de la Unión Popular para acercar votos el 1 de julio de 2013 en la contienda por la presidencia municipal de Iguala, y Arturo Hernández Cardona necesitaba que Abarca Velázquez ganara para que su esposa Sofía Lorena ocupara el cargo de regidora, porque estaba en la misma boleta José Luis.
Ambos hicieron compromisos y se hizo un pacto de caballeros.
José Luis Abarca Velázquez sabía que tenía que cumplir esos compromisos, además tenía el poder y el dinero para hacerlo, sin embargo, no le gustaba que le ordenaran ni lo presionaran, ¿por qué iban a hacerlo si él es el patrón de Iguala?
Arturo Hernández Cardona utilizó la movilización contra Abarca Velázquez en busca de obtener lo pactado, regresarle la Comisión de Desarrollo Rural a su esposa Sofía Lorena dentro del cabildo y el fertilizante.
El 21 de mayo de 2013 Arturo Hernández Cardona organizó una protesta en el centro de Iguala para solicitar una audiencia. Unos 500 integrantes de la Unión Popular marcharon por las calles del centro de Iguala. Los recibió el secretario de Gobierno, Humberto Villalobos Domínguez, pidió como condición que la reunión fuera sin la prensa local, lo cual no le gustó a los inconformes, y se desató la furia.
Jóvenes encapuchados ingresaron al palacio municipal a realizar pintas, pero no demandando las obras, sino acusando directamente a José Luis Abarca Velázquez del homicidio de Justino Carvajal Salgado.
“Abarca asesino”, “Abarca ratero”, “No al nepotismo”, fueron algunas leyendas que dejaron en color rojo en el recinto de gobierno y en los vehículos oficiales.
Incluso, Arturo Hernández Cardona amenazó desde un altavoz con radicalizar aún más sus protestas si Abarca Velázquez no cumplía las demandas de la Unión Popular.
(Discusión entre María de los Ángeles Pineda de Abarca y el líder de la Unión de Puebloa asesinado, Arturo Hernández Cardona, cuando tratan de calmar a la esposa del alcalde)
Había pasado una semana de las pintas y acusaciones de la Unión Popular contra José Luis Abarca Velázquez. El ambiente era tenso. Entre los asistente a la sesión de cabildo estaba Arturo Hernández Cardona, a distancia María de los Ángeles Pineda de Abarca lo observaba y cuando cruzaban miradas ella giraba el rostro en señal de repudio.
Ella, Ángeles estaba de blanco con un toque de azul, el color que tanto le gusta. Era vanidosa y tenía que lucir guapa, es la primera dama de Iguala.
Al filo del medio día el secretario de Gobierno, Humberto Villalobos Domínguez, dio cuenta de que existía el quórum legal para iniciar la sesión y desahogar los puntos de la orden del día, entre ellos la asignación de obra y la entrega de fertilizante.
La reunión se llevaba con orden. Pasaron alrededor de dos horas, para ese momento la discusión radicaba en las razones por las cuales Abarca le daba recursos a unas colonias, y a otras no.
Arturo Hernández Cardona, pidió la palabra. Guardó la pluma que sostenía en las manos y la colocó en el bolsillo de su camisa azul para tomar el micrófono y arremetió contra José Luis Abarca Velázquez a quien insinuó estar involucrado en un crimen político en caso de Justino Carvajal Salgado.
-Solamente un poder puede autorizar el crimen de alguien que hace política. Los crímenes de los políticos no se dan como crímenes sueltos, los crímenes de los políticos los autoriza otro poder, igual o mayor, político también, dijo Arturo Hernández Cardona.
El rostro de María de los Ángeles comenzó a cambiar de color, los tonos suaves de rosa en los labios y mejillas se vieron opacados por el color rojo que comenzaba a inundarla del cuello a la cabeza.
(María de los Ángeles Pineda de Abarca encaraba a todos los integrantes del Ayuntamiento de Iguala) -Mi presidente, aunque se vea como injusto decir lo que voy a decir, yo te responsabilizo desde este momento de que si algo le pasa a un compañero de la Unidad Popular…
Entonces la voz del secretario de Gobierno Humberto Villalobos Domínguez interrumpió a Hernández Cardona pidiendo respeto para el presidente municipal José Luis Abarca Velázquez, quien escuchaba molesto los señalamientos, por lo que se levanto de su lugar y abandono el recinto acompañado de su primer círculo.
María de los Ángeles siguió a su esposo, pero se le subió el mal a la cabeza, se transformó en unos segundos en un ángel endemoniado.
Dio la vuelta y fue directamente a increpar a Arturo Hernández Cardona
-No sabes con quien te metes cabrón, te va a cargar la chingada si sigues así. Le gritó mientras agitaba puño derecho y las pulseras se movían de arriba hacia abajo.
El coqueto moño que sujetaba su cabello perdió su lugar por la enérgica agitación de su cabeza al hacer los reclamos.
La ira se acrecentó en este ángel que se convirtió en demonio:
-El delincuente eres tu hijo de la chingada. Te vas morir. Te vas a morir, le dijo a Arturo Hernández Cardona.
El líder de la Unión Popular se mantenía impasible y parco recibiendo los insultos y las amenazas.
Los asistentes miraban incrédulos lo que sucedía. En ese momento la regidora Sofía Lorena Mendoza Martínez se levantó de asiento para defender a su esposo Arturo Hernández Cardona, y se interpuso entre los dos.
Sofía Lorena le sujetó por breves instantes los brazos a María de los Ángeles quien intentaba darle una cachetada a Hernández Cardona, quien seguía de pie sin decir nada. Pero el ángel endemoniado quería más, buscó la forma de ahora sí dar el golpe, pero personal del DIF la detuvo, sólo le dijo finalmente: “no sabes con quien te metes”. Y abandonó el inmueble.
Nocaut técnico
La presión por parte de la Unión Popular para conseguir obras y fertilizantes siguió en las calles de Iguala. Arturo Hernández Cardona movilizó a su gente el 30 de mayo.
Un grupo encabezado por Hernández Cardona se desplazó a la caseta de Iguala para protestar. Eran más o menos las cuatro de la tarde cuando comando armado lo levantó junto con su equipo.
Cuatro días después, el 3 de junio de 2013, fueron encontrados tres de los ocho líderes sociales de Iguala de la Unidad Popular: Arturo Hernández Cardona, Félix Rafael Bandera Román, y Ángel Román Ramírez.
Los cuerpos estaban en el kilómetro 160+300 de la carretera federal Chilpancingo a Iguala.
Uno de los ocho levantados logró escapar y se convirtió en testigo en el caso del homicidio de Arturo Hernández Cardona.
En su testimonio notariado Nicolás Mendoza señaló: “es el presidente José Luis Abarca quien le da un escopetazo en la cara y otro en el pecho y lo dejaron tirado en la fosa”, relató Nicolás Mendoza.
Afirmó que después de ser torturados, el alcalde José Luis Abarca Velázquez se acercó a Arturo Hernández Cardona:
-¡Qué tanto estás chingando con el abono, me voy a dar el gusto de matarte!
Según el testimonio Abarca Velázquez le dio un escopetazo en la cara y otro en el pecho.
El testimonio existe ante notario y se entregado a las autoridades de impartición de justicia hace más de año. No hay resultados de la investigación, ni siquiera se sabe que s haya abierto una investigación.
El pleito terminó como en el box profesional, por nocaut técnico, porque uno de los pugilistas ya no pudo seguir en el ring.
El ángel endemoniado siguió en Iguala ejerciendo su poder hasta que otro pleito la hizo buscar otros cielos.
PGR investiga a edil de Iguala como indiciado
El Procurador General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, confirmó que el alcalde prófugo de Iguala, José Luis Abarca, es investigado como presunto culpable por los hechos violentos del pasado 26 de septiembre que dejaron 3 normalistas muertos y 43 desaparecidos.
Al ser cuestionado sobre los avances de la indagatoria contra el presidente municipal y su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa, detalló que ambos son investigados como indiciados.
El titular de la PGR también fue cuestionado sobre la detención de Salomón Pineda Villa, cuñado del edil prófugo e identificado como uno de los líderes de Guerreros Unidos, y aseveró que en cuanto haya datos firmes darán información, pues dijo que no caerán en especulaciones pues la investigación aún no ha concluido.
Murillo Karam agregó que la dependencia ya cuenta con datos para considerarlos como presuntos responsables de los hechos, sin embargo, apuntó que hasta el momento no hay una orden de aprehensión.
Abarca obtuvo una suspensión provisional ante cualquier resolución de la PGR, pero la protección judicial no es contra delitos graves.
Hasta el momento se desconoce el paradero de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, por lo que familiares y compañeros han demandado una investigación exhaustiva, así como el regreso de los jóvenes con vida.
En Iguala fueron localizadas al menos nueve fosas clandestinas con unos 28 cuerpos, los cuales no han sido identificados, por lo que se desconoce si algunos de ellos podrían estar en las fosas.