*- Está en chino
China es el segundo socio comercial de América Latina y el Caribe (ALC) y su poderío va al alza, tanto que en 2013 el volumen de las transacciones entre el gigante asiático y la región superó los 260,000 millones de dólares y en los últimos cinco años sus importaciones rebasaron los 480,000 millones, cerca de 12% de las exportaciones de la región.
Enrique Dussel Peters, coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM, dice que por relevancia estratégica para la segunda economía global, las economías latinoamericanas requieren esfuerzos gubernamentales para diseñar una agenda de políticas y medidas conjuntas de corto, mediano y largo plazos orientados a obtener beneficios de las relaciones comerciales, de inversión, políticas y de otra índole.
El rezago entre el nivel tecnológico y valor agregado de las exportaciones orientales en comparación con los productos primarios que importa, genera un déficit comercial masivo para las economías latinoamericanas y plantea distintos retos a los sectores manufacturero, de productos agrícolas y servicios, entre otros, dice.
La región exporta soya, minerales, carne y harina de pescado, e importa de las empresas de esa nación productos de telecomunicaciones y espaciales, autopartes, vehículos y electrónica, entre otros. Esta brecha constituye un desafío y debe ser de interés mutuo.
“No es un problema de buenos y malos”, planteó Alfonso Caso, coordinador general de la Red Académica de América Latina y el Caribe sobre China.
El dragón asiático es la tercera fuente de inversión extranjera directa en el mundo y en años recientes exportó más de 40,000 millones de dólares a las economías de ALC, el 87% proveniente del sector público, con distintos filtros y garantías.
Kaleydoscopio (www.kaleydoscopio.mx)