Por Alejandro Ramírez

CIUDAD DE MÉXICO CDMX 11 DE DICIEMBRE DE 2025 (AFN).- Álvaro López Ríos, dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), aseguró que en la recta final del 2025, el concejo nacional de dirigentes de dicho organismo realizó un balance sobre la política agroalimentaria de la presidenta Claudia Sheinbaum, donde concluyeron que el campo mexicano ha quedado en el olvido para el gobierno federal.

Lo anterior, señaló, pese a que los objetivos del gobierno federal serán mantener a México como importador de alimentos a nivel mundial, con el primer lugar como comprador de maíz y el segundo de granos y oleaginosas, mientras el campo nacional quedó rezagado.

Sostuvo que los volúmenes de importación a bajo precio de Estados Unidos, benefician a la industria pero presiona a la producción nacional, la cual está estancada en los últimos 31 años, pues sólo creció 18%, mientras que el consumo lo hizo en 147% como resultado de producir únicamente el 49% del maíz que consumimos.

“No hay que caer en un triunfalismo artificial con su 'Nueva Agricultura Nacional' para acabar con la dependencia extranjera, pues está alejada de la realidad, y menos lo que es México y su población rural; de ahí los resultados en materia de producción agroalimentaria, por lo que vamos a repetir un sexenio más perdido en términos de desarrollo agropecuario y de crecimiento económico”, dijo.

López Ríos argumentó que no caben triunfalismos cuando México enfrenta un desastre agrícola de producción, de autosuficiencia y soberanía alimentaria, porque solamente existe en el discurso de algunos funcionarios, pero en la práctica no hay un plan específico, no hay una propuesta y se carece de recursos para promover la productividad agrícola.

Al cierre de 2023, la superficie agrícola sembrada disminuyó en más de 4 millones de hectáreas de un total 30 millones de hectáreas de tierra de uso agrícola por la falta de crédito y dinero; y en estados como Guanajuato se estimó que al menos el 10% de los productores planea abandonar sus tierras en 2025 debido a la descapitalización y la falta de programas de protección, aseguró el dirigente de UNTA.

Comentó que, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se han identificado a los altos costos de insumos y servicios -como fertilizantes y semillas- como los principales problemas que enfrentan los agricultores, haciendo que sembrar ya no sea rentable.

“Falta de financiamiento accesible como los que otorgaban instituciones ya desaparecidas como la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero; y las limitaciones de acceso a crédito a través de FIRA (Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura), dejó a muchos pequeños productores sin opciones de financiamiento lo que agrava la situación”, concluyó. 

Por último hizo un llamado a los productores agrícolas del país a una convención nacional de productores rurales para formular el nuevo "Programa para la Justicia y el Progreso del Campo", donde se expongan los requerimientos del agricultor.

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